Día Mundial del Gato: toxocariasis, una enfermedad del mínimo, que afecta a su dueño

Día Mundial del Gato: toxocariasis, una enfermedad del mínimo, que afecta a su dueño

Foto: FreePik

Los gatos son de los animales domésticos más comunes e incluso han ido acercándose poco a poco a los perros como animales de compañía predilectos; sin embargo, hay algunas enfermedades que afectan tanto a perros y gatos, así como a sus dueños.

 

Cada 8 de agosto se conmemora el Día Internacional del Gato; es un animal tan popular en el mundo que incluso cuenta con dos fechas más para conmemorarlos, el 20 de febrero y el 29 de octubre, todas buscando concientizar sobre su cuidado y el valor de su compañía.

 

Es en su relación tan estrecha que tienen con los humanos donde destacan algunas enfermedades que deben de ser de vital cuidado como es el caso de la toxocariasis, una enfermedad que afecta tanto a perros, gatos y humanos.

 

La toxocariasis es una infección provocada por una larva denominada nematodo ascaris, el cual habita generalmente en los animales y como la mayoría de las infecciones de este tipo se transmite a través de las heces.

 

Este tipo de parásitos contaminan el suelo a través de las heces que llegan a infectar a perros y gatos cuando tienen contacto directo con una zona contaminada, ingiriendo los huevos de los parásitos.

 

 

El contagio de un humano es menos probable que en el caso de los animales; sin embargo, se puede dar a través del contacto con la misma tierra contaminada o directamente por el animal que está enfermo.

 

El contagio tanto en animales como en humanos tienen los mismos efectos, pues los huevos eclosionan cuando están en el intestino y comienzan a penetrar la pared gastrointestinal, para después migrar hacia otros órganos como el hígado, los pulmones o el sistema nervioso.

 

Entre las diferentes variantes que tiene esta enfermedad está uno que afecta a los ojos, donde se producen síntomas como hinchazón o irritación constante en los globos oculares.

 

En el caso de los animales, específicamente de los gatos, encontramos que su infección es más probable que en los humanos, pero menos que en los perros, aun así es necesario tener ciertos cuidados cuando se detecta este tipo de parásitos.

 

Generalmente son los cachorros de gato los que están más susceptibles a una infección de este tipo; además, dependiendo de la reacción de cada uno de los animales se podrían dar cuadros leves, con síntomas casi imperceptibles, hasta cuadros patológicos graves.

 

En el caso de los animales, tanto perros y gatos, la sintomatología es igual y se manifiesta principalmente a través de un pelaje áspero y sin brillo, pérdida de apetito, mala condición corporal, pérdida de peso y vómito o diarrea.

 

En los cuadros menos graves, los animales no muestran síntomas y los parásitos son expulsados a través de las heces, por lo que al paso de algunas semanas o incluso meses limpian completamente su cuerpo.

 

Sin embargo, es necesario precisar que tanto en casos de humanos como animales se recomienda acudir con un especialista para seguir un tratamiento que permita evitar complicaciones durante un contagio.

 

Además, de forma preventiva, se recomienda la desparasitación tanto de perros y gatos para evitar el alojamiento de este tipo de parásitos que puedan convertirse en un riesgo para los humanos, principalmente para niños pequeños que juegan con ellos.

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