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Entre los mexicanos, el deporte predilecto quizá sea el futbol, pero en la idiosincrasia de nuestro país uno que siempre despierta pasiones y congrega a miles de aficionados es la lucha libre. En Puebla, como en el resto de México, los luchadores se mantienen vigentes entre los aficionados y llevan entrenamientos arduos, a pesar de que hay personas que tratan de desprestigiar su disciplina.
En entrevista con Imagen Poblana, el luchador Astaroth declaró que la preparación necesaria para volverse profesional es muy dura y larga, no es algo que se logre en unos meses. También comentó que las personas que consideran que la lucha libre es un espectáculo de actuación y no un deporte no conocen nada del entrenamiento requerido.
Astaroth, quien lleva aproximadamente ocho años como luchador, consideró que hoy en día hay quienes cometen el error de entrenar unos meses y con eso creen que tienen lo necesario para debutar en los cuadriláteros. Debido a esto, hay luchadores que ofrecen al público espectáculos de baja calidad.
En su caso, le tomó más de dos años prepararse antes de empezar a luchar, pero el proceso fue difícil y afirmó que hoy sigue aprendiendo, pues hay lugares donde le cierran puertas y otros donde se le presentan más oportunidades. A su modo de ver, el tiempo ideal para que los nuevos talentos se preparen antes de llegar al profesionalismo debería ser de dos a tres años.
Es bien sabido que los luchadores necesitan una buena condición física y estar constantemente en el gimnasio, aunque no se conoce a cabalidad qué disciplinas o áreas deben trabajar más; por ello, Astaroth explicó que el entrenamiento es variado y en él se incluye la lucha grecorromana, lucha olímpica, tumbling (acrobacias), lucha a rendir y otras áreas de preparación.
“Siento que la lucha libre no es de dos o tres meses, el aprender y ya subirte a luchar. Creo que lleva un proceso y nunca se termina de aprender, porque cada día va cambiando y tienes que agarrar los estilos nuevos”, manifestó.
Al ser un deporte de contacto y alto riesgo, naturalmente hay momentos en los que inevitablemente se dan lesiones. Nuestro entrevistado comentó que los daños se dan en todo momento, no importa si se es novato o un profesional con experiencia, pues son probables hasta en los entrenamientos, practicando caídas, golpes y acrobacias.
En sus años como luchador la lesión que más lo ha mermado fue precisamente en una práctica, cuando cayó y se impactó en el hombro, se dislocó y tuvo que estar fuera de ring por un mes. También tuvo otra en una función, cuando se lanzó desde la tercera cuerda, pero aterrizó mal y estuvo incapacitado por 15 días.
Con toda la preparación que requieren y las lesiones a las que están expuestos, hay gente que aún hace menos su profesión y considera que es más un show actuado que un deporte. Para Astaroth, esto se dice desde la ignorancia, ya que las personas que emiten estos juicios no conocen el deporte y ni siquiera son aficionados.
La gente que hace ese tipo de críticas, afirmó, no podría llevar a cabo las acciones de los luchadores, desde algo tan básico como rebotes en cuerdas o ejercicios más complicados como rodadas y otras acrobacias.
“La lucha es algo sagrado y bendito. Se ve algo sencillo, pero todo lleva tiempo y práctica. No es tan fácil como se ve”, finalizó Astaroth.
