Tlatelolco, “el Halconazo” y Ayotzinapa, historias de represión estudiantil

Tlatelolco, “el Halconazo” y Ayotzinapa, historias de represión estudiantil

Foto: Enfoque

El 2 de octubre de 1968 no se olvida y a 55 años de uno de los episodios más oscuros de nuestro país, decenas de jóvenes se siguen movilizando para conmemorar una de las fechas más fatídicas para el movimiento estudiantil, aunque no la única.

 

Sin duda lo ocurrido aquel 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas marcó a toda una generación y hoy en día continúa teniendo secuelas, principalmente cuando se habla de movimientos estudiantiles.

 

Los hechos en Tlatelolco siguen siendo la máxima referencia histórica de la represión contra los estudiantes; sin embargo, apenas es uno de los episodios con estas características en nuestro país, demostrando que los gobiernos no aprendieron de lo ocurrido ese día.

 

 

El Halconazo

 

El jueves de Corpus Cristi del año 1971 también quedó marcado en la historia de nuestro país como el segundo episodio más violento cometido en contra de una manifestación estudiantil, dando paso a lo que hoy conocemos como “el Halconazo”.

 

Fue el 10 de junio de 1971 cuando estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y algunas normales de la zona centro del país llevaron a cabo una manifestación en apoyo a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

 

La protesta surgió luego de que el gobernador de Nuevo León impuso una nueva Ley Orgánica a la UANL, donde estudiantes y docentes tenían muy poca representatividad, lo cual generó protestas y movilizaciones en el norte del país.

 

Con la herida aún abierta por el 2 de octubre, los estudiantes en la Ciudad de México se unieron a la protesta y, a pesar de no contar con la aprobación de los directivos escolares, se reunieron en el Casco de Santo Tomás, la tarde del 10 de junio.

 

Los estudiantes, armados únicamente con pancartas y consignas, tomaron la calle de Carpio, rumbo a la calzada México-Tacuba, pero cuando el contingente llegó a la Avenida de los Maestros, fueron rodeados por autobuses de donde descendieron jóvenes armados con varas de bambú, macanas y armas de fuego.

 

La policía desapareció completamente del lugar por lo que los manifestantes quedaron a expensas de este grupo de choque que posteriormente se sabría, respondía el nombre de "Los Halcones" y que se trataba de un grupo paramilitar, formado a través de jóvenes reclutados en barrios marginales.

 

 

Este grupo paramilitar estaba financiado por el gobierno de México y también por los Estados Unidos, además no tenía como fin disolver la manifestación sino aniquilar a los manifestantes, por lo que la cifra oficial fue de 120 muertos, aunque la sociedad civil asegura que fueron más de 200.

 

A diferencia de lo que ocurrió con Gustavo Díaz Ordaz y el pésimo legado de Tlatelolco, Luis Echeverría Álvarez, quien entonces era presidente de la República, fue jurídicamente, exonerado de toda responsabilidad relacionada con “el Halconazo” debido a que no hubo evidencia tangible de que él hubiera ordenado dicho ataque.

 

Ayotzinapa

 

El caso más reciente de represión estudiantil nos remonta al 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, donde estudiantes de la escuela normal rural "Raúl Isidro Burgos", de Ayotzinapa, fueron desaparecidos, sin que hasta la fecha se sepa qué fue lo que ocurrió con ellos.

 

Los estudiantes, de entre 17 y 25 años, salieron desde su escuela con rumbo a la ciudad de Iguala para una toma de autobuses y colecta de víveres, ya que se disponían a participar en las marchas conmemorativas al 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de México.

 

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Si bien se trataba de una actividad reprobada, la toma de autobuses era habitual en esta ciudad y hasta ese momento nunca había tenido mayor incidencia, pero no fue así la noche de ese 26 de septiembre.

 

La investigación que se ha desarrollado hasta el momento deja ver que policías municipales de Iguala retuvieron de forma ilegal a los estudiantes, les dispararon y prácticamente los cazaron por las calles de esta ciudad, hasta que finalmente se logró un saldo brutal de 43 estudiantes desaparecidos y seis ejecutados durante la refriega.

 

Para los familiares y organizaciones de la sociedad civil, el estatus de los jóvenes sigue siendo de desaparecidos pues hasta el momento las autoridades federales, tanto en el gobierno de Enrique Peña Nieto como en el de Andrés Manuel López Obrador, no han sido capaces de dar una respuesta sólida y coherente sobre el paradero de las víctimas.

 

A pesar de que en las investigaciones hechas por grupos de expertos ajenos a las instituciones se ha documentado la participación del crimen organizado y el Ejército Mexicano, este último ha sido exonerado públicamente por los últimos dos presidentes.

 

El linchamiento en Canoa

 

A diferencia de lo ocurrido el 2 de octubre de 1968, donde la represión estudiantil estuvo ordenada desde el gobierno, hubo un suceso donde estudiantes fueron masacrados por la desinformación.

 

Fue el 14 de septiembre de 1968 cuando cinco estudiantes y trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla acudieron a San Miguel Canoa con la intención de subir a la Malinche; sin embargo, la lluvia se los impidió.


 

Ya de noche buscaron refugio y llegaron hasta una casa donde un poblador les permitió resguardarse, pero entonces una turba irrumpió acusando que los cinco estudiantes eran "comunistas" y estaban repartiendo propaganda contra la iglesia y el gobierno.

 

La turba mató a los estudiantes Ramón Gutiérrez Calvario y Miguel Flores Cruz, así como al dueño de la casa donde se resguardaban, además otros tres jóvenes fueron torturados pero sobrevivieron.

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