Inteligencia Artificial, ¿una nueva herramienta para cometer delitos?

Inteligencia Artificial, ¿una nueva herramienta para cometer delitos?

Foto: FreePik

La inteligencia artificial (IA) es una herramienta tecnológica que permite crear programas informáticos capaces de aprender y decidir, imitando las funciones de la mente humana. Sin embargo, esta capacidad también puede ser utilizada para fines ilícitos, como cometer delitos informáticos o ciberdelitos, que afectan la seguridad y la privacidad de las personas.

 

Según un estudio de la UNAM, los principales desafíos que enfrenta la inteligencia artificial son el incumplimiento de las leyes de protección de datos personales, la violación de derechos de propiedad intelectual, la discriminación, el acoso cibernético, el robo o suplantación de identidad, el fraude, así como la distribución de virus y malware.

 

Recientemente se dio a conocer el intento de robo de dinero y joyas de la casa de la actriz Consuelo Duval, y aunque al final se descubrió que una de sus empleadas estuvo coludida con los delincuentes, en un principio se manejó la versión de que había sido cometido con ayuda de la inteligencia artificial.

 

Inicialmente, la empleada argumentó que había recibido un mensaje de audio de su patrona pidiéndole que entregara el dinero y valores, una modalidad que se basa en usurpar la identidad de una persona con fines de extorsión. Sin embargo, no es el único delito que se vale de la IA, y a continuación te presentamos otros ejemplos.

 

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La venta de “packs”

 

Este delito consiste en la difusión de imágenes o videos íntimos de personas sin su consentimiento, a través de redes sociales o plataformas digitales. La inteligencia artificial puede facilitar la obtención de este material a través del uso de técnicas como el deepfake, que permite crear videos falsos pero realistas, manipulando el rostro o la voz de las víctimas.

 

La sextorsión

 

Se trata de una modalidad de chantaje a una persona, a quien se le amenaza con publicar o enviar a terceros imágenes o videos de contenido sexual, obtenidos mediante engaño, coerción o violencia. La inteligencia artificial puede aumentar el riesgo de este delito al generar imágenes o videos falsos, igualmente convincentes, que pueden ser usados como prueba o como medio de presión.

 

El ciberacoso

 

Se trata del hostigamiento, intimidación o humillación de una persona a través de medios electrónicos, como mensajes, llamadas, correos o redes sociales. La inteligencia artificial puede potenciar este delito creando perfiles falsos, enviando mensajes automatizados, generando contenido ofensivo o difamatorio, o rastreando la ubicación o la actividad de las víctimas.

 

El robo de identidad

 

Esto es un uso fraudulento de los datos personales de una persona como su nombre, su número de identificación, su dirección, su correo electrónico, su número de tarjeta de crédito o su contraseña, para obtener beneficios económicos o acceder a servicios o información restringida. En este caso, la inteligencia artificial puede facilitar este delito al permitir extraer, analizar o manipular los datos personales de las víctimas, mediante el uso de algoritmos, bots o programas maliciosos.

 

El fraude amoroso

 

Este delito es el engaño a una persona para obtener dinero o favores, haciéndole creer que tiene una relación sentimental con otra persona, que en realidad no existe o tiene una identidad falsa. Aquí, la inteligencia artificial puede favorecer este delito al permitir crear perfiles falsos, generar conversaciones o llamadas falsas, o simular sentimientos o emociones, mediante el uso de chatbots, asistentes virtuales o inteligencia emocional.

 

¿Cómo prevenirlos?

 

Ante la creciente incidencia de violencia digital en la que se hace uso de la inteligencia artificial para perjudicar a las víctimas, las autoridades recomiendan a la ciudadanía tomar medidas de prevención y protección. Una de ellas es verificar la veracidad y la procedencia de la información que se recibe o se comparte, no proporcionar datos personales o financieros a desconocidos, no acceder a enlaces o archivos sospechosos, usar contraseñas seguras y cambiarlas periódicamente.

 

Hay que destacar que la inteligencia artificial es una herramienta que puede tener beneficios y riesgos para la sociedad, dependiendo del uso que se le dé. Por ello, es necesario contar con una regulación adecuada que incluya la prevención y la sanción de los delitos que se cometen usando la inteligencia artificial.

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