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El 10 de diciembre asumió el cargo de presidente de la República de Argentina, Javier Milei, político ultraneoliberal que propuso dar un giro a las políticas económicas de los últimos años (peronismo), a las que culpa de la crisis económica actual. Este cambio se hará mediante el método de shock, ¿cómo entender estos planes y qué lección podemos sacar para México?
Los acontecimientos en Argentina son una oportunidad para explicar en términos generales algunos puntos básicos de la macroeconomía de modo que todos podamos entenderlo. Primero hay que señalar que significa ser “ultra” neoliberal. Por un lado, es una corriente radical de la escuela neoclásica de economía (austriaca) que pretende suprimir totalmente al Estado para que sea el mercado el que se regule completamente solo, a esto Milei le llama ser “libertario” (libertad de mercado). Por otro lado, simpatiza con una política social extremadamente conservadora, por ello ha propuesto suprimir los derechos de la mujer para decidir sobre su propio cuerpo, los derechos LGBTIQA+, de los indígenas, etcétera.
La ultima gran crisis económica de Argentina se vivió (como en el resto de América Latina) en los años ochenta (crisis de deuda) posteriormente en los noventa se contagia de la crisis mexicana (efecto tequila) y su economía se hunde catastróficamente lo que provocó el levantamiento popular y la renuncia del entonces presidente De la Rua (2001), la inestabilidad continuó hasta 2003 cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner que puso fin al neoliberalismo y desplegó un conjunto de políticas sociales que permitieron la mejora sustancial de la calidad de vida de los argentinos. El camino lo continuó Cristina Fernández al punto de liquidar la deuda externa que Argentina tenía con el Fondo Monetario Internacional.
Como todo gobierno de izquierda fue atacado duramente por la oligarquía nacional e internacional y en las elecciones de 2015 impulsaron al derechista Mauricio Macri, quien retornó al neoliberalismo y volvió a endeudar a Argentina con amplias ventajas para los acreedores (fondos buitres). El gobierno de Macri llevó al país a una estanflación (altas tasas de inflación sin crecimiento económico); esto significó romper la racha de estabilidad de los Kirchner-Fernández; en su último año (2019) la inflación alcanzó más del 50%. Como consecuencia, perdió la reelección y volvió un gobierno de izquierda con el peronista Alberto Fernández.
Alberto tenía que hacer frente a la inflación, al estancamiento y a la deuda que asfixiaba el presupuesto público; luego vino la pandemia, la guerra Rusia-Ucrania y las tasas de inflación mundiales se dispararon. En 2022 la inflación llegó a 94.8% a tasa anual, mientras que al mes de noviembre de este año se alcanzó el 142.7%. Los electores prefirieron votar a la derecha y eligieron a Milei. Su triunfo fue celebrado hasta por la derecha mexicana, personajes como Xóchitl Gálvez y Marko Cortés lo elogiaron. Esto nos ayuda a entender las filiaciones verdaderas de estos personajes.
Milei cambio la ley que prohibía el nepotismo y nombró a su hermana como secretaria general de la Presidencia (un tipo de Secretaría de Gobernación aquí en México o de jefa de gabinete). Prohibió a los periodistas cubrir las notas oficiales y les ha negado el acceso a la Casa Rosada (sede de gobierno). Ya anunció un plan de 10 puntos que serán su política de shock (que implica cambios rápidos para evitar la reacción de la población).
Una de las medidas es la devaluación del peso frente al dólar que pasó de 358 a 832. Cabe señalar que en Argentina no hay una venta abierta de divisas con el fin de evitar la descapitalización por lo que se ha generado un mercado negro que vende el dólar hasta en 1,200 pesos.
Elaboración propia con datos históricos de mercado
La devaluación de la moneda significará profundizar la inflación, inmediatamente tiendas y supermercados etiquetaron nuevos precios, algunos productos aumentaron 100% en un solo día. Al mismo tiempo no habrá aumentos salariales; los trabajadores del Estado con menos de un año de antigüedad serán despedidos y se valorará la permanencia de más de la mitad de las plazas de funcionarios; se eliminarán los subsidios a energéticos como electricidad, gas y gasolinas; se eliminarán los subsidios al transporte; se cancela la obra pública y el gasto social.
Todo lo anterior significa ahogar la demanda agregada, esto es, la gente dejará de consumir abruptamente porque su salario no tiene poder de compra, con esa lógica la inflación tendría que bajar, aunque el costo sería el aumento de la pobreza (tasa de sacrificio).
Sin embargo, la economía keynesiana y la experiencia histórica nos han enseñado que la inflación no bajará automáticamente, sino que habrá una inercia (expectativas adaptativas) que puede prolongarse hasta un año. En ese periodo la población se pauperizará. Hay otro elemento que jugará en contra: la confianza del argentino, aunque hayan votado a Milei pocos confían en él, por lo que los oligarcas siguen sacando sus capitales a refugios seguros, si la moneda sigue perdiendo valor no habrá dinero suficiente siquiera para mantener al gobierno que recurrirá a endeudamiento.
De esta manera, mayor deuda implica más recortes, más pobreza, más inflación. Es un círculo vicioso que en los años ochenta duró 10 años. Desde mi perspectiva, la propuesta de Milei es un gravísimo error y está condenada al fracaso, en 2024 la economía Argentina, podría contraerse en dos dígitos y la pobreza llegará a niveles nunca antes vistos, más del 60% de la población.
Estaremos siguiendo con atención los hechos en pleno desarrollo, pero que esto nos sirva de lección para que nunca más vuelva la derecha al gobierno de México.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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