¿Qué tan cerca está una Tercera Guerra Mundial?

¿Qué tan cerca está una Tercera Guerra Mundial?

Desde el pasado miércoles y hasta el 31 de mayo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está realizando los ejercicios militares más grandes desde 1988, movilizará alrededor de 90 mil militares de 31 países en diversos puntos de Europa. ¿Cuál es el mensaje? ¿Están pensando en una guerra próxima de grandes magnitudes?

 

Estos ejercicios militares son simulacros (situaciones simuladas) de guerra que permiten entrenar y preparar a los reclutas en condiciones más o menos realistas; ponen en prueba armamento y sirven para diseñar y perfeccionar planes estratégicos de ataque y defensa coordinada. El Steadfast Defender, que es el nombre de este ejercicio, pondrá a prueba las capacidades organizativas y logísticas de la OTAN pues trabajará sobre la hipótesis de un ataque proveniente desde una potencia militar de Oriente, aunque no se dice explícitamente se supone es Rusia.

 

La OTAN se fundó por Estados Unidos y Europa occidental en 1949, en plena guerra fría, el conflicto que enfrentó al capitalismo con el socialismo. El objetivo inicial era detener el avance de la Unión Soviética. Actualmente, la URSS ya no existe, pero siguen viendo como enemigo a Rusia y ahora también a China.

 

Las actuales tensiones entre Rusia y Occidente se manifiestan con la guerra en Ucrania que, a pesar del apoyo norteamericano y europeo, es un caso perdido y sólo es utilizada como trinchera ideológica. No hay una salida clara: por un lado, la rendición significaría el ridículo mundial; por el otro, ya no es viable seguir invirtiendo más en la guerra, Ucrania superó el límite de crédito y no tiene con que pagar. Aunque hay fondos destinados en forma de donación y ayuda humanitaria, no todo es gratis, la mayor parte son préstamos que se tendrán que pagar. Este año la deuda ucraniana alcanzará el 100% del PIB y con la caída en el nivel de población la previsión es que, aunque acabe hoy la guerra, Ucrania nunca volverá a recuperar su calidad de vida previa.

 

Las tensiones entre Estados Unidos y China están presentes en el caso de Taiwán. Para debilitar al gigante asiático y en una deliberada injerencia que viola la soberanía china, los norteamericanos han instigado a los taiwaneses a declarar su independencia. Aunque Estados Unidos y Europa apoyen a Taiwán, una posible guerra entre Taiwán y China tendrá un destino muy similar a Ucrania. Sin embargo, las consecuencias económicas serían peores pues se interrumpirían los suministros de materias primas del 40% de la industria mundial.

 

Un tercer punto bélico se sitúa en Medio Oriente, la guerra entre Israel y un grupo armado de Palestina (Hamás) ya escaló a toda la región. En defensa de Palestina grupos árabes de Siria, Yemen y Líbano han atacado posiciones israelíes, británicas y norteamericanas. La respuesta será una campaña de ataques para las siguientes semanas. Con ello, los grupos árabes podrían tomar como blanco cualquier punto de interés, incluso dentro del territorio de Estados Unidos. El conflicto entre Irán e Irak también se agudizó, es cuestión de día para que estalle el polvorín. Existen además otros diez puntos belicosos, la mayor parte en forma de guerras civiles en África y Asia menor que también involucran intereses geopolíticos al tratarse de neocolonias europeas. A Estados Unidos no le conviene financieramente en estos momentos mantener varios frentes de guerra, pero tampoco puede recular en el marco del proceso electoral, por lo que le es preferible tener un solo frente.

 

Hay otro motivo fundamental para buscar una guerra de grandes dimensiones: la situación económica mundial. La siguiente gráfica muestra el índice del PIB de la Zona Euro y lo compara con México. Observamos que en términos reales la economía no crece desde la crisis de 2009, incluso, en los últimos años, nuestro país tuvo un mejor desempeño. Europa enfrenta un estancamiento secular que ha empobrecido rápidamente a los europeos, actualmente, el campesinado, uno de los sectores más golpeado, mantiene fuertes protestas en la mayoría de los países, incluyendo Bélgica, sede de la UE.

 

Elaboración propia con datos de Banco Mundial

 

Las políticas neoliberales resultaron ineficaces para las mayorías y duplicaron la fortuna de unos cuantos por lo que la desigualdad creció exponencialmente. Los gobiernos están rebasados. Una economía de guerra permitiría justificar tanto el estancamiento actual como una mayor intervención del estado para salir de ese estancamiento. Desafortunadamente, la guerra es a todas luces deseable, no es la primera vez que se utiliza una guerra para reactivar la economía.

 

¿Cuándo podría estallar el conflicto? Las condiciones objetivas y subjetivas están dadas para que este mismo año escale la guerra. Los resultados serían desastrosos para la civilización humana. La bomba puede desactivarse si organismos internacionales multilaterales juegan un rol más decisivo, por ejemplo, la Corte Penal Internacional que está revisando el caso de Israel o la Asamblea general de las Naciones Unidas a través de la voz de naciones como Sudáfrica, Brasil o México cuya postura diplomática ha permitido mediar conflictos.

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

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