Deportes y política, combinación con resultados decepcionantes

Deportes y política, combinación con resultados decepcionantes

Foto: Freepik

Como es bien sabido, muchos partidos políticos y gobiernos suelen recurrir a figuras mediáticas para ganar simpatías y votos, siendo algunas de estas los deportistas que un día fueron ídolos nacionales. En algunos casos se les da cabida en cargos como legisladores o mandatarios, y en muchos más como encargados de las áreas deportivas, aunque no siempre los resultados son positivos.

 

El caso más notable de una atleta que fue alabada por todo el país gracias a sus actuaciones, pero cayó del agrado de la mayoría luego de su trabajo en el servicio público es el de Ana Gabriela Guevara. Presunto desvío de recursos, corrupción en la Conade y falta de apoyo a los deportistas es parte del historial que deja la exatleta tras su trabajo en la administración federal.

 

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Así como Ana Gabriela, son numerosos los casos de deportistas que incursionan en la política y luego se dan a conocer por sus malos manejos y gestiones. Aunque sucede esto, lo que casi no se comenta son los casos de deportistas que se meten al servicio público y hacen una labor sobresaliente, sin escándalos y con una demostración de que el salto del deporte a la política no siempre acaba mal.

 

Uno de los ejemplos más claros de esto, y uno de los pocos, es el otrora nadador olímpico Felipe “el Tibio” Muñoz Kapamas, quien estuvo a cargo de instituciones deportivas de México y se fue con resultados positivos en su gestión. En su disciplina, hizo historia al ganar la medalla de oro en 1968 con tan sólo 17 años en la carrera de pecho de 200 metros.

 

De 1985 al 2001, “el Tibio” estuvo a cargo de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme), y a partir de entonces se movió al Comité Olímpico Mexicano (COM). Durante su gestión de más de 11 años, la federación mexicana se hizo de 20 medallas en cuatro juegos olímpicos, cuatro oros, ocho de plata y ocho más de bronce, sin ser algo extraordinario, logró galardones con frecuencia.

 

Se retiró del COM en 2012 para contender por una diputación federal con el PRI, cargo que logró y ostentó hasta el 2015. Con un perfil más bajo, se ha pronunciado a favor de los deportistas afectados durante la gestión de Ana Guevara en la Conade, como las extorsiones de las que fue víctima el equipo de natación.

 

Si bien existieron estos casos, en los hechos son más los deportistas que se meten a la política y terminan decepcionando, ya que no dieron el apoyo esperado a los nuevos atletas o se rodearon de escándalos de corrupción y malos manejos. Esto se vio con el exclavadista Rommel Pacheco, quien en su carrera política no ha tenido escándalos mayores, pero se le conoce más por el llamado “chapulineo”.

 

 

Fue electo como diputado federal del 2021 al 2024 con las siglas del PAN y cuando hubo candidata presidencial, levantó la mano de Xóchitl Gálvez en señal de apoyo. A finales del 2023, Rommel Pacheco anunció su renuncia al PAN y su adhesión a Morena para contender por la presidencia municipal de Mérida, Yucatán, además de que ahora externa su respaldo a Claudia Sheinbaum, rival de Gálvez.

 

De los deportistas que más incursionan en la política, son los futbolistas los que más se repiten, siendo el caso más notorio el de Cuauhtémoc Blanco. Con el extinto PES, el “Divo de Tepito” llegó a la presidencia de Cuernavaca en 2015, para tres años después dar el salto a la gubernatura de Morelos, cargo en el que ha sido señalado de múltiples irregularidades.

 

 

Morelos es uno de los estados más inseguros del país, con los municipios de Cuernavaca, Temixco y Cuautla como los focos rojos de la entidad. Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) han señalado que el gobierno de Blanco podría tener nexos con el crimen organizado. Por estas, y otras razones, el exfutbolista es uno de los peor evaluados del país, con sólo el 19 % de aprobación.

 

Tatiana Ortiz Galicia fue una clavadista mexicana que junto a Paola Espinoza ganó la medalla de bronce en los juegos olímpicos de Beijing 2008 en el salto de diez metros en plataforma. Luego de su retiro de los clavados, Ortiz Galicia se unió a las filas del PRI, donde se hizo de una regiduría en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, donde fue acusada de enriquecimiento ilícito.

 

 

El Congreso mexiquense señaló a la priista de enriquecimiento ilícito mientras fue regidora, pero no sólo eso, ya que el Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte también la acusó del delito de extorsión y abuso de autoridad. Tuvo que renunciar y en 2015 se dedicó al fomento deportivo en el PRI.

 

Esto demuestra que, a pesar de que hay algunos casos en los que los deportistas se meten a la política y hacen un trabajo destacado o al menos fuera de polémicas, en la mayoría de escenarios se distinguen por sus malos manejos y los abusos desde sus puestos.

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