El precio de ser huehue: telas, lentejuelas y madera para un costoso traje

El precio de ser huehue: telas, lentejuelas y madera para un costoso traje

Foto: Enfoque

El carnaval y los huehues son parte de una celebración que se resiste a desvanecerse y quienes lo preservan lo hacen no solamente con amor, sino también con mucho dinero para costear el precio de sus atuendos.

 

Los huehues son personajes emblemáticos de la tradición poblana, pero en gran parte son sus trajes, llenos de color y simbolismo, los que dan muestra de la riqueza cultural y la historia de la región.

 

Estos trajes, llenos de lentejuelas, varían desde los más sencillos hasta los más elaborados, por lo que el rango de precios puede ir desde algunos pesos hasta varios miles.

 

Las máscaras

 

Una parte esencial de estos trajes son las máscaras de huehues, las cuales son elaboradas a base de madera y cada una se ajusta al rostro del danzante para garantizar comodidad durante las largas horas de baile.

 

Estás máscaras tienen un rostro muy característico y por ello no cualquier persona puede fabricarlas, esto hace que su costo sea bastante considerable, pues van desde los 5,000 hasta los 15,000 pesos.

 

Los trajes

 

Además de las máscaras, los trajes incluyen listones, plumas y sombreros, creando un conjunto visualmente impactante, que se corona con la capa, que lleva un bordado hecho a mano.

 

La capa es una de las piezas más costosas, ya que puede costar desde 10,000 hasta 80,000 pesos, porque algunas de estas piezas usan hilos o incrustaciones de oro.

 

El sombrero es el tercero en la lista de los precios, pues necesita ser de una buena calidad para garantizar que soporte el peso de las plumas y demás adornos que se le colocan.

 

Aunque los trajes de huehues pueden variar en precio, algunos llegan a costar hasta 150,000 pesos; sin embargo, para quienes los portan, estos trajes son más que una vestimenta festiva.

 

Si bien algunas piezas ya se han hecho más comerciales y se pueden conseguir de forma genérica, la mayoría de las cuadrillas tiene a sus costureras y costureros que son los que se encargan de elaborar y dar mantenimiento a sus trajes.

 

Por ejemplo, en el barrio de Xonaca hay algunos talleres que llevan décadas prestando este servicio, pues las capas pueden tardar meses en confeccionarse.

 

Este tipo de confección garantiza que ninguna pieza es igual a la otra, lo cual le da un valor agregado a la mayoría de estas piezas de gala, convirtiendo el traje en un símbolo de identidad, tradición y orgullo.

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