Mucho más que polvo: así se puede usar la ceniza volcánica

Mucho más que polvo: así se puede usar la ceniza volcánica

Foto: Enfoque

En menos de un año, una vez más el volcán Popocatépetl registra una alta actividad con exhalaciones diarias que derivan en caída de ceniza en diferentes municipios de Puebla. La ceniza se ve en las zonas más cercanas a “Don Goyo”, pero también en los lugares más alejados, como Puebla capital y los municipios conurbados, algo que ya provoca problemas, pero que también tiene un lado positivo.

 

La incesante caída de ceniza ya trajo problemas como interrupción de servicios en el Aeropuerto Hermanos Serdán, de Huejotzingo, además de la suspensión de actividades al aire libre y el evidente polvo que puede causar enfermedades respiratorias. Si bien la ceniza trae varios problemas, también tiene su lado positivo porque se le pueden dar algunos usos.

 

 

En la capital el Organismo Operador de Servicio de Limpia (OOSL) dio a conocer que se han levantado al menos tres toneladas de ceniza que muy probablemente terminarán en la basura. En cada casa el problema y la solución son similares, pero mucha gente desconoce los usos que se le da a la ceniza.

 

La ceniza volcánica no rebasa los 2 milímetros de diámetro y está compuesta en su mayoría por fragmentos de roca, minerales y vidrio volcánico que derivan de las erupciones o exhalaciones. El principal componente es la alofana, pero tiene otros elementos como el hierro, calcio, aluminio, magnesio, sodio, potasio y manganeso, todos benéficos para el crecimiento y desarrollo de todo tipo de plantas.

 

Es por esto que los municipios y localidades cercanas a las faldas de un volcán, como Atlixco que está cerca del Popocatépetl, tienen una gran producción de hortalizas y cultivos de consumo para los humanos. Dicho contenido se debe a que es un polvo que emana de las profundidades del planeta, donde hay más concentración de estos elementos.

 

El primer y más notable uso que se le puede dar a la ceniza es para actividades agrícolas, ya que da a las plantas aquellos micronutrientes que los fertilizantes comerciales no contienen. Además, al provenir directo de un volcán también sirve a los cultivos para protegerse de plagas.

 

Gracias a que no contiene químicos y elementos nocivos, se puede utilizar sin que a largo plazo deteriore la tierra y la vuelva estéril. Por el contrario, es útil para regular el PH del suelo y contribuye a que retenga más agua de lo habitual. En los hogares cumple la misma función si se recolecta y deposita en jardines, macetas o incluso en los parques.

 

Si bien este es el uso más conocido y notorio, no es el único, ya que la ceniza también se puede emplear en el sector de la construcción. Hormigón, cemento y morteros se pueden obtener al combinar la ceniza con elementos como cal viva y agua de mar, dando una combinación que es igual o más resistente que los materiales empleados en la actualidad.

 

Otras combinaciones a las que se presta la ceniza son con plástico triturado, arena de mar y cemento, dando productos como ladrillos idóneos para la construcción de casas y puertos, entre otros.

 

Otro uso más inusual, pero con beneficios probados es en dentífricos, aunque tiene sus restricciones y contraindicaciones si no se aplica adecuadamente. Se pueden crear pastas dentales con ceniza volcánica que ayudan a quitar el sarro. El inconveniente con estas es que si la fórmula no es la correcta puede quitar el esmalte y ser muy abrasivo.

 

Algo parecido es la utilización de la ceniza en cosméticos, toda vez que han surgido productos de cuidado facial como cremas, mascarillas o limpiadores. Dado que también está compuesta de bentonita, azufre y arcilla, tiene propiedades antisépticas, antibacterianas, antioxidantes y exfoliantes que hacen la piel más clara y la limpian del cebo y la grasa.

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