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El Tribunal de última instancia de Italia confirmó la sentencia de cuatro meses de cárcel para una doctora de Bolonia, declarada culpable por incumplimiento del deber profesional tras la muerte de un paciente consultado por teléfono, informó el periódico il Messaggero.
Según el medio, un hombre llamó a los servicios de emergencia con quejas de "un fuerte ardor en el esternón con dolor en las manos y los dedos". La médica de guardia le diagnosticó "gastroenteritis" mediante una consulta telefónica, pero el paciente falleció poco después de un infarto.
Un tribunal de primera instancia absolvió a la médica del delito de asesinato, pero la condenó a una pena de prisión de cuatro meses y la prohibición temporal de trabajar por el mismo período.
El tribunal sostuvo que el delito de la especialista médica consistió en que ella se negó a acudir a casa del paciente, a pesar de su solicitud, y evaluó de manera incorrecta la gravedad de su estado, poniendo así la vida del hombre en peligro.
"Los jueces se refirieron a la norma del 1991, según la cual un médico de guardia debe permanecer disponible para 'examinar a los pacientes en casa a nivel territorial', y durante su turno 'está obligado a realizar a la mayor brevedad posible todas las visitas solicitadas directamente por los pacientes'", cita el diario extractos de la sentencia del tribunal.
El medio señala que este veredicto amenaza con consecuencias a terapeutas familiares y médicos de guardia, que no tienen la tendencia de hacer visitas a domicilio.
Además, aquí se ve claramente el problema general de la falta de especialistas médicos en el país.
Como resultado, este precedente judicial significa que en caso de estado grave de un paciente, el médico se ve obligado a acudir a visitar al enfermo en casa. Y el rechazo a hacerlo sería un delito.
