México vive el proceso electoral más sangriento de la historia… y del mundo

México vive el proceso electoral más sangriento de la historia… y del mundo

Foto: Freepik

La violencia en México sigue escalando para todos los sectores y, como ha quedado demostrado, las personas en el ámbito político no quedan exentas de ser víctimas también. Prueba de ello son los más de 40 candidatos a puestos de elección popular que han sido asesinados entre el 2023 y lo que va del 2024, algo que pasa en México pero que difícilmente ocurre en otros países en elecciones.

 

El caso más reciente ocurrió ayer en Celaya, Guanajuato, cuando se dio a conocer el asesinato de Gisela Gaytán, la candidata de Morena para la alcaldía de dicho municipio. Por si fuera poco, junto a ella también murió Adrián Guerrero, un aspirante a regidor que fue herido en el mismo atentado que le costó la vida a la candidata en uno de los estados más violentos del país.

 

 

Antes de ella se dieron a conocer otros casos, como el de Jaime González en Acatzingo, Puebla, Jaime Torres en Chiautla de Tapia, Puebla, o Sergio Hueso en Armería, Colima. Así, en total suman 50 los políticos asesinados en el periodo electoral 2023-2024, de los cuales al menos 26 eran aspirantes directos a un cargo y aparecerían en las boletas el próximo 2 de junio.

 

Y es que lo que acontece hoy en México es un hecho sin precedentes a nivel internacional, ya que en otros países, si bien sí se han dado asesinatos de candidatos, nunca han alcanzado los niveles que hoy vemos aquí. Además, no es común que en otros países se asesinen a candidatos de todos los cargos, pues lo usual es que se ultime a quienes aspiran a la presidencia.

 

Un registro de gran magnitud es lo que ocurrió en Estados Unidos durante la década de 1960. En 1963 asesinaron al entonces presidente John F. Kennedy apenas dos años después de iniciar su mandato; no obstante, en 1968 su hermano, Robert Kennedy, intentó llegar a la presidencia, pero apenas pasó de las elecciones primarias en las que era el favorito del Partido Demócrata para derrotar a Richard Nixon.

 

El 5 de junio Robert sufrió un atentado con arma de fuego, lo que le provocó la muerte para el 6 de junio. Los hermanos Kennedy corrieron con la misma suerte en un momento histórico donde los Estados Unidos atravesaban una guerra que a la postre terminaron perdiendo contra Vietnam. Es por esto que la gente pedía un cambio en la política del país como el que en su momento trató de implementar John F. Kennedy.

 

 

La violencia político-electoral en Estados Unidos no es algo aislado, pero a diferencia de lo que hoy se vive en México, esta se ha dado más con mandatarios. Tal es el punto que se tiene registro de más presidentes asesinados que candidatos, siendo estos Abraham Lincoln, James A. Garfield, William McKinley y el antes referido John F. Kennedy.

 

Otro caso de múltiples candidatos asesinados se dio en Colombia entre 1989 y 1990, el que quizá es el periodo electoral más sangriento del país, que costó la vida de tres candidatos. Los asesinados fueron Luis Carlos Galán Sarmiento, Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro Leongómez, en ese entonces aspirantes a la presidencia de Colombia.

 

Desde el 2013, en una investigación que requirió a más de 250 especialistas, la Fiscalía determinó que los tres magnicidios estuvieron relacionados. En ese momento Colombia pasaba por una etapa de combate al crimen organizado, por lo que incluso se cree que los tres asesinatos tuvieron su origen en nexos con delincuentes, líos con partidos políticos y problemas con entes estatales.

 

En lo más reciente, uno de los países que registró índices de violencia política más altos es Ecuador durante las elecciones del 2023. El caso más sobresaliente fue el de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia cuyo magnicidio se cree estuvo ligado a los cárteles mexicanos de la droga.

 

 

En total el año pasado en Ecuador fueron asesinados seis políticos, incluido Villavicencio, y el alcalde de Manta, Agustín Intriago. También estuvo Rider Sánchez Valencia, candidato a provincia de Esmeraldas. Mismo destino compartió Jairo Olaya del partido Revolución Ciudadana. El quinto caso fue el de Omar Menéndez, candidato a la alcaldía de Puerto López. El último conocido ese año fue el de Julio César Farachio, quién pretendía gobernar Salinas.

 

En cualquier caso, los números que se han visto en otros países, aunque fueron impresionantes para sus respectivos contextos, quedan muy detrás comparados con los de México. En el periodo electoral 2017-2018 se dieron cerca de 48 muertes, pero tan sólo este año la cifra ya ronda las 50, en el que se prevé como el proceso electoral más sangriento de la historia, muy por encima de lo acontecido en otros países.

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