Un satélite de Saturno podría ser apto para albergar vida

Un satélite de Saturno podría ser apto para albergar vida

Foto: Unsplash

Encélado, uno de los 146 satélites de Saturno con un diámetro de solo 504 kilómetros, podría ser habitable. La esperanza de los científicos radica en el océano que cubre todo su territorio, cuya composición es similar a la de las masas de agua de nuestro planeta.

 

A pesar de que toda la superficie de Encélado está cubierta por una corteza de hielo, el agua del océano interactúa con el núcleo caliente formando géiseres en el polo sur del satélite saturniano, expulsando partículas de gas y hielo al espacio. A través del estudio de estas sustancias, los científicos obtuvieron importantes datos sobre la composición del agua de esta luna.

 

Con este fin, investigadores utilizaron instrumentos especiales, llamados analizadores de polvo, que recogían partículas de hielo para su estudio posterior. Se encontró cloruro de sodio en los fragmentos de hielo, lo que indica que el océano de Encélado es salado, similar a los océanos de la Tierra.

 

"También contiene una variedad de compuestos basados en el carbono, y existe un proceso llamado calentamiento por mareas, que genera energía en la luna. El agua líquida, la química basada en el carbono y la energía son los ingredientes clave de la vida", explica el becario postdoctoral en Ciencias de la Tierra y del Espacio de la Universidad de Washington y el autor del artículo, Fabian Klenner.

 

Las investigaciones posteriores en las que participó Klenner demostraron que el agua del satélite también contiene fosfato, una sustancia esencial para la vida.

 

"Forma parte del ADN, las membranas celulares y los huesos. Es la primera vez que los científicos encuentran este compuesto en un océano acuático extraterrestre", afirma el autor.

 

Todos estos factores se combinan para crear un entorno apropiado para el origen de la vida, creen los investigadores.

 

Encélado interesa desde hace tiempo a la comunidad científica. La última gran misión espacial que estudió Saturno y sus satélites fue Cassini, que operó entre 2004 y 2017. Esta campaña conjunta de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana produjo los datos más detallados que conocemos de Encélado hasta hoy en día.

 

Fue la nave espacial Cassini, con sus analizadores de polvo, la que recogió las partículas de hielo expulsadas por los géiseres de la luna. Sin embargo, los instrumentos de la misión no tenían capacidad suficiente para detectar células bacterianas, indicativas de vida, en los diminutos fragmentos de hielo.

 

Klenner y sus colegas realizaron una serie de pruebas de laboratorio en la Tierra. En sus experimentos utilizaron la bacteria Sphingopyxis alaskensis. Sus células son tan pequeñas como las que podrían contener las partículas de hielo del satélite de Saturno.

 

"A estas células les encanta el ambiente frío y solo necesitan unos pocos nutrientes para sobrevivir y crecer, de forma similar a como probablemente habría sido la vida adaptada a las condiciones del océano de Encélado", subraya Klenner.

 

Las pruebas de los científicos mostraron lo que los analizadores de polvo deberían detectar al identificar una célula bacteriana en una partícula de hielo, "aunque un trozo de hielo de un géiser como Encélado solo contenga el 0,01% de los componentes de una sola célula".

 

Los resultados de este trabajo serán útiles para diseñar instrumentos, incluso analizadores de polvo, más avanzados capaces de detectar vida en Encélado y otros objetos espaciales.

 

"Por el momento, nadie ha detectado vida más allá de la Tierra. Pero los científicos coinciden en que Encélado es un lugar muy prometedor para buscarla", concluye.

 

El artículo fue publicado en The Conversation.

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