“Usos y costumbres”, prácticas que “justifican” el maltrato animal

“Usos y costumbres”, prácticas que “justifican” el maltrato animal

Foto: Freepik

Ayer, la periodista Leticia Robles de la Rosa exhibió un video en el que se observa el sacrificio de una gallina en el patio de la Cámara de Senadores, lo que causó indignación entre los defensores de animales del país. El argumento de quienes hicieron este sacrificio es que se trata de un ritual que se sustenta en los usos y costumbres de las diferentes culturas del país.

 

El sacrificio del animal estuvo a cargo del senador Adolfo Gómez Hernández, de Morena, quién llevó a cabo el sacrificio de la gallina para, supuestamente, pedirle lluvia a Tlaloc. El legislador se defendió al señalar que el ritual era parte de su cultura y el respeto constitucional a los pueblos originarios de México, sin importar el sufrimiento causado al animal.

 

Así como el caso de este ritual, hay múltiples ejemplos de rituales, tradiciones y costumbres que se sustentan en el sufrimiento animal y siguen sin ser prohibidos, pese al rechazo de la gente y de los grupos animalistas. Esto se sustenta en los mencionados usos y costumbres, que a pesar de incluir maltrato animal están sustentados en la Constitución Mexicana.

 

Mole de caderas

 

Uno de los platillos de temporada más esperados en Puebla es el mole de caderas, que se prepara en octubre y se sirve por casi un mes, aunque también conlleva prácticas de maltrato animal. Los días 20 de octubre, en el municipio de Tehuacán se hace la matanza de cientos de chivos que meses desde antes sólo son alimentados con sal y biznaga; al final de la temporada se asesinarán a miles de ejemplares.

 

El ritual de la matanza de los chivos consiste, primero en bailar con el animal y luego darle un tiro en la frente para, finalmente, degollar a los animales vivos para luego colgarlos hasta que se desangren lentamente, todo en carne viva mientras el chivo sufre hasta el último momento de su vida y, finalmente, muere. A esto se suma que desde meses antes los animales tampoco son bien alimentados e hidratados.

 

El mole de caderas es considerado un Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Puebla, por lo que casi siempre se omite el sufrimiento al que son sometidos los chivos previo a la preparación del platillo; no obstante, en reiteradas ocasiones los grupos en defensa de los derechos de los animales han pedido que esta tradición termine porque supone un martirio para miles de chivos cada año.

 

Peleas de gallos

 

Aunque en los últimos años han perdido adeptos y aceptación entre la sociedad, las peleas de gallos son una práctica que todavía es considerada una tradición en México, aunque en los hechos esto implica una forma de maltrato animal. Esta tradición se mantiene viva porque en la mayoría de los estados de la república no se ha legislado para prohibirlas y generan dinero para los apostadores.

 

A menudo los gallos son obligados a pelear con otros ejemplares hasta que uno de los dos no puede mantenerse más, lo que generalmente los lleva a pelear hasta la muerte. Lo usual es que se enfrenten golpeándose con sus espolones, aunque en otros casos se les amarran navajas para que se hagan más daño y esto “nutra” el espectáculo con el derramamiento de sangre.

 

Sacrificios en fechas “especiales”

 

Aunque la Semana Santa es un tiempo de reflexión y acercamiento a dios, hay personas que lo toman como una oportunidad para hacer rituales esotéricos que implican el sacrificio de animales. Perros, gatos, gallos y cabras son asesinadas a modo de ofrenda en una época en la que los creyentes de la brujería y el vudú creen que se abren portales que pueden cruzar.

 

Esto también sucede el  , el Día de San Valentín, con los rituales que se hacen para atraer el amor. En este caso es una especie la que sufre, los colibríes a los que se adquiere vivos o muertos, para luego amarrarles la fotografía de una persona a la que se quiere enamorar. El rito se complementa con velas y figuras religiosas, todo de noche.

 

El día de muertos ocurre lo mismo, ya que en esta fecha los gatos negros se vuelven objeto de deseo para rituales satánicos. Es por esto que los refugios y criaderos los resguardan para que no se utilicen en rituales. Lo usual es ver cómo la gente trata de “adoptarlos” entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre para matarlos y hacer los rituales.

 

¿Por qué siguen existiendo estas costumbres?

 

Muchos de estas costumbre o tradiciones siguen existiendo porque se hacen desde la clandestinidad, como los rituales de los animales en San Valentín, Semana Santa y los del Día de Muertos, lo que hace difícil erradicarlos por completo; no obstante, hay otros que están sustentados por las leyes o no se ha legislado al respecto.

 

Por ejemplo, el senador Adolfo Gómez argumentó que el artículo 2 de la Carta Magna lo respalda porque este señala que los pueblos originarios tienen derecho a “preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan su cultura e identidad”, lo que incluye sus rituales tradicionales.

 

Por otra parte, en el caso de las peleas de gallos o las corridas de toros, sólo cinco estados de México las han prohibido totalmente: Quintana Roo, Sonora, Guerrero, Coahuila y Sinaloa. A nivel federal y en las otras 27 entidades existen algunos proyectos de ley para acabar con esa práctica, pero la mayoría no tienen avance. En Hidalgo incluso el año pasado las peleas de gallos fueron declaradas patrimonio cultural inmaterial del estado.

Notas Relacionadas