Las bolsas de plástico, dañinas para el ambiente, han vuelto… si es que alguna vez se fueron

Las bolsas de plástico, dañinas para el ambiente, han vuelto… si es que alguna vez se fueron

Foto: Freepik

Bajo el argumento de proteger al medioambiente, en los últimos años se hizo una fuerte campaña en contra del uso de bolsas de plástico de un sólo uso, inclusive llegando a su prohibición total en algunos lugares. Aunque al principio se anunciaba como una medida para mitigar la contaminación en todo el mundo, la realidad es que las bolsas no se fueron del todo y surgieron otras alternativas.

 

Cada 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, fecha en la que se busca reducir el uso de estos artículos y generar conciencia sobre el consumo responsable. Las bolsas demoran más de 500 años en degradarse y se estima que una persona usa cerca de 230 al año, por lo que al no ser reciclables se quedan a la deriva causando daños a la naturaleza y los seres vivos.

 

En países como Francia e Italia se han prohibido totalmente, mientras que en otros como Reino Unido, Portugal y Suecia decidieron aplicar impuestos a las bolsas, a fin de desincentivar su uso. En México también se optó por restringir los plásticos de un solo uso, aunque todavía están presentes en muchos espacios, sumado a las alternativas que se anuncian como bolsas presuntamente ecológicas.

 

¿Ha servido la prohibición de las bolsas de plástico?

 

En México, desde el 2018 se discutieron y aprobaron diferentes iniciativas para prohibir la venta de plásticos de un sólo uso, como los popotes, vasos desechables y bolsas en 27 estados. Esto impactó especialmente a los centros comerciales como Walmart o Aurrera, pues en las tiendas de la esquina o los mercados municipales estas han vuelto o completamente nunca salieron de circulación.

 

Y es que tras la prohibición de los plásticos de un sólo uso, la producción de basura no se ha detenido y, por el contrario, esta sigue en aumento. De acuerdo con la empresa Bioelements, en México antes de la pandemia en promedio una persona usaba 150 bolsas de plástico cada año, mientras que para el 2020 la cifra subió a 180 bolsas de plástico anuales, incluso cuando ya había algunas restricciones.

 

En todo el mundo cada año se producen cerca de 500,0000 millones de bolsas de plástico cada año, aunque luego terminan como basura. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a nivel mundial se registran cada año más de 400 millones de toneladas de residuos de plástico, de los cuales el 10 % se recicla y entre 19 y 23 millones de toneladas van a parar a ríos, lagos y mares.

 

Para el caso de México, se estima que cada 12 meses se generan más de 390,000 toneladas de bolsas de plástico de un sólo uso, de las cuales no se recicla más del 6 %, mientras que el resto, al igual que en el plano mundial, va a parar a los cuerpos de agua en los que contaminan y ponen en riesgo a los animales marinos.

 

Lo anterior tiene graves consecuencias para el medioambiente, ya que en muchas ocasiones se ve cómo los desechos plásticos terminan asfixiando a las especies marinas, poniéndolas en riesgo de extinguirse. Los peces y los grandes cetáceos, así como los crustáceos y las aves marinas suelen morir con bolsas de plástico en la cabeza, el cuello, el pico y en el estómago.

 

Tras la prohibición de las bolsas de un sólo uso, en las tiendas departamentales y los centros comerciales se volvió común que la gente opte por bolsas reutilizables que se venden en los supermercados. No todas son ecológicas como se anuncian y también están hechas de materiales que impactan negativamente a la naturaleza, como tela, algodón, plástico tejido o malla.

 

Aunque estén hechas de dichos materiales no entran en las prohibiciones porque cumplen en cierta medida con la condición de ser duraderas; sin embargo, para que en verdad sean benéficas tendrían que usarse en promedio más de 7,000 veces para que compensen su fabricación y sean verdaderamente ecológicas en contraste con las bolsas de plástico de un sólo uso.

 

Pero eso no es todo, ya que los materiales con los que se fabrican no son realmente ecológicos ni biodegradables o reciclables, toda vez que contienen químicos que también están presentes en las bolsas convencionales, como el polipropileno. Otras se anuncian como “compostables”, aunque ello es engañoso, pues sólo aplica en las compostas industriales y no en las compostas caseras.

 

La organización Greenpeace ha señalado que los diferentes intentos de prohibición de bolsas de plástico en México no son suficientes para acabar con el problema ambiental, pues se requiere de otras medidas como la legislación y supervisión de las autoridades. Este sexenio quedó pendiente la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos en el Senado, una normativa que sumaría a ir reduciendo el impacto ambiental de las bolsas y otros plásticos de un sólo uso.

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