Eliminación del IEPS, ¿el “gasolinazo” final de AMLO?

Eliminación del IEPS, ¿el “gasolinazo” final de AMLO?

Foto: Enfoque/Archivo

Antes de llegar al cargo como presidente de México en 2018, Andrés Manuel López Obrador fue un férreo crítico de los aumentos al precio de la gasolina que se dieron en gobiernos pasados. Ahora, a pocos días de dejar el mando, el presidente anunció que se retirarán los subsidios a la gasolina y el diésel, lo que podría significar un nuevo aumento al precio final de los combustibles.

 

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que en la semana del 7 al 13 de septiembre se eliminaría por completo el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para los combustibles. Con esto, los consumidores tendrán que pagar el 100 % del costo real de las gasolinas magna, premium y el diésel, siendo la octava ocasión que hacen este movimiento en el 2024.

 

El valor de tal estímulo fiscal equivale a 6.17 pesos por litro de gasolina magna, suma que esta semana se irá directamente al importe de los consumidores finales. Ante esta noticia, se especuló que se trataba de lo que por años se hizo en otros gobiernos con los llamados “gasolinazos”, aunque en el caso del IEPS este no es el único factor que determina el costo de la gasolina.

 

¿Qué relevancia tiene el IEPS?

 

El Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, conocido como IEPS, es un gravamen directo, es decir, lo pagan directamente los consumidores, y se aplica por la producción, venta y exportación de diversos productos y servicios en México, no sólo para los combustibles. Este impuesto se tiene que reportar ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y se regula por la Ley del IEPS.

 

Están sujetos a pagarlo tanto las personas físicas como morales que llevan a cabo uno de los siguientes actos: enajenen o importen bienes en el territorio nacional, tales como alcohol, cervezas y mieles, tabaco, combustibles fósiles, bebidas endulzadas y energizantes, plaguicidas o alimentos chatarra, es decir, aquellos que son perjudiciales, dañinos para el medioambiente o que no son indispensables.

 

Respecto a los servicios, el IEPS se implementa en: comisión, mediación, agencia, representación, correduría, consignación y distribución, por la venta de bebidas alcohólicas y cervezas, cigarros, puros, bebidas energéticas, plaguicidas y comida chatarra. También aplica para juegos de apuestas y sorteos, empresas que exporten comida chatarra.

 

El objetivo del IEPS es que el gobierno eleve su recaudación fiscal y, al mismo tiempo, regular, controlar y desincentivar el consumo de algunos productos y servicios específicos que son dañinos para las personas o el planeta. Tan sólo en el 2023, el SAT recaudó 191,780 millones de pesos por concepto del IEPS, por lo que se considera el impuesto más importante después del IVA y el ISR.

 

 

Ahora bien, con la eliminación del estímulo en la gasolina serán los compradores los que tengan que pagar ese cargo. De acuerdo con el decreto del Diario Oficial de la Federación (DOF), para el 2024 el IEPS en la gasolina menor a 91 octanos es de 6.17 pesos por litro, la de 91 o más es de 5.21 pesos, mientras que en el diésel es de 6.78 pesos por litro, cuotas que irán directo a las facturas de la gente.

 

En este contexto, este sería un “gasolinazo” previo al cierre de gobierno de AMLO, algo que por años aseguró que no sucedería durante su gobierno. Esto no sólo tendría repercusiones en quienes tienen auto particular, sino que también afectaría a las personas que dependen de uno para subsistir, como taxistas, operadores de transporte público o repartidores, quienes también podrían subir sus tarifas.

 

Esto ha sido comparado con los gasolinazos que en su momento hicieron los otros presidentes. Por ejemplo, con Enrique Peña Nieto el precio por litro era de 10 pesos en 2012, pero al salir rondaba los 19.5 pesos, un incremento superior al 80 % en tan sólo seis años, incluso cuando se dio la reforma energética con la que se liberaron las tarifas y, se creía, los precios serían más justos.

 

De hecho, fue durante el mandato de Peña Nieto cuando se dieron los aumentos más grandes, como los del 2017 que elevaron los costos hasta un 20 % extra, lo que llevó a manifestaciones y saqueos en distintos puntos del país.

 

Antes de eso, en el sexenio de Felipe Calderón hubo aumentos, aunque estos fueron menores en comparación con los de su sucesor. Cuando inició su mandato los precios estaban entre los 6 y 7 pesos, pero al concluir ya eran superiores a los 10 pesos, es decir, aumentos del 60 o 70 % en algunos casos.

 

Tras el anuncio de que en esta semana no habrá el estímulo fiscal del IEPS para las gasolinas, hasta la semana pasada tal estímulo era apenas del 3 % para la gasolina magna, por lo que se prevé que no haya gasolinazo como tal. Asimismo, también se da cuando los precios del petróleo llegaron a su mínimo en los últimos 14 meses.

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