A pesar de las críticas y cuestionamientos, la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) fue aprobada y publicada para su entrada en vigor, por lo que en 2025 los mexicanos elegiremos, por primera vez en la historia, a los juzgadores del país. Por esto, el Instituto Nacional Electoral (INE) anunció el inicio del Proceso Electoral Extraordinario 2025 para la elección de jueces, magistrados y ministros.
El Consejo General del INE emitió la declaratoria de inicio del proceso electoral para la elegir a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistraturas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial que suplirá al Consejo de la Judicatura, magistrados de Circuito y jueces de Distrito.
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Lo anterior se da a pesar de que los diputados del oficialismo prometieron que la reforma vendría acompañada de leyes secundarias para la regulación de este y otros procesos. De hecho, distintos sectores esperan que la legislación secundaria mejore la reforma judicial, aunque esta todavía no ha sido presentada o discutida.
¿Qué son las leyes secundarias?
Las leyes secundarias se refieren a toda la legislación que sigue luego de que hay una o varias reformas constitucionales, pues con estas se complementa su forma de implementación. Dicho de otra forma, son las “letras pequeñas” que hay en los contratos, es decir, las que determinan cómo se aplica una ley principal.
Por lo anterior, se considera que las leyes secundarias son fundamentales para el correcto funcionamiento de cualquier ley principal, pues sin ellas queda a la deriva su interpretación y aplicación. Sin estas, las leyes principales serían demasiado generales, lo que dificultaría aplicarlas eficientemente en la práctica de no ser por sus reglas, procedimientos y políticas específicas.
No siempre se encuentran como “ley secundaria”, pues se nombra Ley Federal, Reglamento de Ley, Norma Oficial Mexicana (NOM) o Leyes Estatales. Por ejemplo, la Ley Federal del Trabajo sirve para regir lo relativo al artículo 123 de la Constitución Mexicana, o la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se erige sobre los artículos mencionados ahí mismo.
Las leyes secundarias permiten adaptar y actualizar la legislación vigente según los cambios que requiera el sistema legal del país, esto sin la necesidad de hacer reformas constitucionales o a leyes constitucionales constantemente.
Las leyes también permiten el desarrollo de políticas específicas que son necesarias para la implementación y aplicación de las leyes principales. En la práctica, esto se ve con políticas que abarcan una amplia gama de temas, tales como la organización y funcionamiento de las instituciones relativas a una norma, o la evaluación y supervisión de programas y servicios públicos.
Además, las leyes secundarias llenan los vacíos legales que la Carta Magna no cubre por completo, ya que la constitución se ocupa principalmente de los principios fundamentales de manera general. Es por esto que, sin estas leyes, la Constitución Mexicana no sería suficiente para regular muchos aspectos de la vida diaria y del funcionamiento del gobierno y sus instituciones.
Su creación tiene el mismo proceso que cualquier otra ley o norma, que inicia con la presentación de una iniciativa, se envía a comisiones para la discusión, análisis, modificaciones y la posterior votación en el Congreso de la Unión, para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para su entrada en vigor.
En el caso de la reforma al PJF, los representantes del oficialismo afirmaron que habría leyes secundarias para atender procesos como las elecciones de juzgadores que se harán el próximo año. Aunque todavía está en la fase de preparación para tal proceso, al no haber reglamentos complementarios queda en una laguna legal todo lo concerniente a la organización de los comicios del próximo año.