Ola de violencia en México: ¿estamos viviendo en un “Estado fallido”?

Ola de violencia en México: ¿estamos viviendo en un “Estado fallido”?

Foto: FreePik

Tras los hechos violentos que diariamente se viven en el país, cientos de internautas han comenzado a externar a través de redes sociales que México se está convirtiendo en un Estado fallido. Los comentarios giran alrededor de la cantidad de ejecuciones, secuestros, el clima de inseguridad que se vive en Sinaloa, los ataques a figuras políticas, entre otras situaciones, todas ellas con la complacencia del gobierno federal.

 

De acuerdo con Raúl Zepeda Gil, investigador del Área de Sistema Político y Federalismo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, en medios de comunicación y en la conversación pública, el concepto “Estado fallido” ha sido usado para contextualizar y explicar fenómenos tan complejos como la ineficacia gubernamental, vacíos de poder local, violencia regional y falta de resultados en el sistema político.

 

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Bajo este concepto, pudiera establecerse que el país vive esta situación; sin embargo, expertos en el tema señalan que México no es un estado fallido en su conjunto ya que el gobierno federal mantiene, hasta cierto punto, control sobre gran parte del territorio, pero su democracia es actualmente muy cuestionable y mantiene, con altibajos, sus relaciones internacionales.

 

Es inevitable no pensar que hay regiones donde el control del gobierno es débil o prácticamente no existe, y que es ahí donde el crimen organizado ha sentado sus bases y ejerce un poder significativo.

 

En regiones como Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas el crimen organizado y los cárteles de las drogas han establecido un control paralelo al del Estado. Pero además, estas organizaciones no solo están involucradas en el narcotráfico, sino también se dedican a extorsionar, secuestrar, ejecutar y traficar con personas. El poder de estos grupos ha escalado al grado que se ha perdido la autoridad del gobierno local y estatal, creando áreas donde la federación es prácticamente inexistente.

 

Desafortunadamente, este clima que se vive en algunas entidades del país es consecuencia de que el crimen organizado ha prosperado, en parte, debido a la corrupción y la cooptación de las autoridades civiles. Además, en algunos casos, los políticos locales han sido amenazados, asesinados, o lo que es más grave, comprados para trabajar en complicidad con los cárteles. Y a esto se suma la infiltración de las fuerzas policiales, en las que los jefes están en la nómina del crimen organizado.

 

Por ello, Zepeda Gil hace mención que el problema es que el concepto de Estado fallido está rodeado de mitos, por lo cual no es comprendido y se menciona sin tener fundamento en las discusiones públicas, por lo cual se utiliza entre exageraciones y desinformación.

 

A esto hay que agregarle que el concepto de Estado fallido es controversial y puede variar dependiendo de la perspectiva y los criterios utilizados para evaluar el desempeño de un Estado.

 

¿Qué naciones han sido consideradas como Estado fallido?

 

Medir los Estados fallidos es un proceso complejo que involucra enfoques tanto cuantitativos como cualitativos. Las medidas cuantitativas generalmente se centran en la salud económica de un estado, como el Producto Interno Bruto, la tasa de desempleo y la deuda pública del estado. Las medidas cualitativas son más subjetivas e implican evaluar la estabilidad política, el historial de derechos humanos y el acceso a una atención médica de calidad de un estado.

 

Según el Índice de Estados Fallidos del 2024, las 20 naciones que han sido consideradas bajo este concepto son Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria, República Democrática del Congo, Yemen, Afganistán, República Centroafricana, Haití, Chad, Birmania, Etiopía, Palestina, Mali, Nigeria, Libia, Guinea, Zimbabue, Níger y Camerún.

 

Todos estos países enfrentan desafíos significativos en términos de estabilidad política, seguridad, derechos humanos y desarrollo económico.

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