Contra el pronóstico de empate, Donald Trump logró superar las expectativas iniciales y lideró una noche electoral favorable para el Partido Republicano en varios estados clave de Estados Unidos, esto según el análisis preliminar de AP VoteCast y el Wall Street Journal.
Aunque los resultados finales aún no se confirman, los datos reflejan una preferencia significativa de los votantes hacia los republicanos, quienes cuentan un enorme apoyo por parte de las áreas rurales, suburbanas y en varios segmentos demográficos que estaban indecisos.
Uno de los mayores logros de Trump en esta contienda fue el incremento en su popularidad entre los hombres jóvenes de 18 a 29 años, un grupo que en 2020 favoreció al Partido Demócrata. Sin embargo, este año logró captar 54 % de este segmento poblacional, con un margen de 11 puntos sobre la candidata demócrata Kamala Harris. Para lograrlo, Trump trazó una estrategia en la que asistió a varios podcast y eventos dirigidos a jóvenes, consolidando una base joven que no tuvo en las elecciones pasadas.
Las contiendas al Senado también tuvieron una notable inclinación republicana. En Ohio, el demócrata Sherrod Brown fue derrotado por Bernie Moreno, un empresario inmigrante de origen colombiano, mientras que en Virginia, el republicano Jim Justice tomará el lugar del senador Joe Machin, quien se declaró independiente a inicios de año. Esto facilita a Trump avanzar en su agenda sin la fuerte oposición que tendría con un Congreso dividido.
El análisis también destacó que los votantes sin título universitario, así como los votantes no blancos, aumentaron su apoyo a los republicanos. Es decir, Trump incrementó su respaldo entre los afroamericanos 15 % y 41 % entre los votantes de origen latinoamericano, recibiendo gran apoyo en condados rurales y varios estados como Pensilvania y Georgia.
A pesar de que las encuestas aseguraban que vendría un empate, el candidato republicano logró una victoria contundente, por lo que ahora Trump regresa con fuerza en el panorama político, afirmando: “Este fue un movimiento como nadie había visto antes”.
A medida que se confirmen los resultados, la ventaja republicana en el Senado y el posible control de la Cámara de Representantes podría marcar una nueva etapa en la política estadounidense.