Durante décadas, los militantes del Partido Acción Nacional participaban activamente en la vida institucional de ese organismo político. Pocos, en relación con su contraparte del PRI, pero hacían más ruido que los tricolores siempre “apaciguados” por el poderoso presidente del país en turno.
No había prerrogativas para los partidos. Esto es, no recibían recursos públicos, hasta que por allá por los 80’s Manuel Bartlett, en funciones de presidente de la ya desaparecida Comisión Federal Electoral –antecedente del IFE que luego fue INE-- decidió corromperlos con cantidades del erario que cada vez son mayores.
Y los panistas rifaban autos para sostener su lucha política.
Hoy entre los militantes del partido blanquiazul hay apatía. En sus comicios internos para renovar su dirigencia, este último domingo, ganaron los abstencionistas.
Los llamados “padroneros” conservaron la posición con Jorge Romero quien, merced al desdén de buena cantidad de militantes se impuso a su contendiente Adriana Dávila.
En pocas palabras, el PAN de ahora usó los métodos de acarreo y condicionamiento que tanto critica a sus opositores.
Es el PAN con lo mismo de los demás partidos con registro.
¿Pensarán que así van a conseguir ganar la Presidencia de la República otra vez?
Entonces, piensan mal.
Porque hicieron otra vez ¡lo mismo!
* * *
Cada ocasión que hay cambios en la titularidad de los poderes ejecutivos municipales, estatales y en el plano federal, el crimen organizado “cala” a los recién arribados a los cargos.
La presidente formal Claudia Sheinbaum ahora mismo ya lleva más de un mes de estar a prueba.
Y el crimen va ganando.
Ni la desmedida alta letalidad que el Ejército y la Guardia Nacional han desplegado en estos días, “abatiendo” –eufemismo de asesinando-- a criminales en las zonas de mayor conflicto en el país, han conseguido que disminuyan los asesinatos y las masacres. Antes, todo lo contrario.
Y mientras, el “supersecretario” García, como su antecesor el otro García ahora preso en Nueva York, acumulando poder… ¡para no poder!
* * *
El reciente 1 de noviembre usted leyó aquí como la mafia de un tal Carlos Mercado, muy cercano a la exsubsecretaria Thalía Lagunes, transaba con las pensiones del ISSSTE.
Mercado se ponía de acuerdo con quienes terminaban su vida laboral para darles una pensión mucho más alta que aquella que les correspondía, a cambio de que ¡durante un año! él usara la tarjeta en la que el Instituto les depositaba su mensualidad.
Pues resulta que la denuncia ya dio resultado. Que si leen a SKBrown.
El ISSSTE publicó el viernes pasado en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo por el que se emite el procedimiento para verificar que dichas pensiones no rebasen el monto máximo establecido por ley, de 32 mil 571 pesos mensuales, equivalentes a 10 UMAs.
Esto para corregir excesos e injusticias, por lo que se podrá ordenar en cualquier momento la verificación y autenticidad de los documentos y la justificación de los hechos que hayan servido de base para conceder una pensión.
¿También proceso penal en contra de Mercado?
¿Y que devuelva al pueblo lo robado?