Tras la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, surge la necesidad de reflexionar sobre conceptos que promueven la igualdad de género. Uno de estos es el de las "nuevas masculinidades", cuyo concepto emerge como una oportunidad para repensar lo que significa ser hombre en la sociedad actual.
¿Nuevas masculinidades?
Las nuevas masculinidades proponen una visión más igualitaria y sana de la masculinidad, desafiando los estereotipos tradicionales que han sido impuestos a los hombres durante siglos. Estos estereotipos, como la necesidad de ser fuertes, competitivos y emocionalmente distantes, están siendo cuestionados y reemplazados por una masculinidad que valora la empatía, la colaboración y la expresión emocional.
Al respecto, el sicólogo Aaron Kipnis, en 1991, destacó la necesidad de una forma de masculinidad que conviviera en armonía con la feminidad. Y por su parte, el sicólogo Antonio Boscán Leal asocia la búsqueda de nuevas masculinidades con la cooperación en los procesos de liberación de las mujeres.
En tanto, estas nuevas formas de ser hombre incluyen prácticas como la paternidad activa, el rechazo a la violencia y la equidad en las tareas domésticas. Se trata de una evolución desde la masculinidad tradicional hacia roles más igualitarios y sensibles
¿Qué implican las nuevas masculinidades?
Igualdad de género: las nuevas masculinidades promueven la igualdad entre hombres y mujeres, desafiando la idea de que los hombres deben ser los proveedores únicos y las mujeres las cuidadoras principales.
Desaprendizaje en roles tradicionales: se busca desaprender los roles de género impuestos y adoptar una masculinidad más flexible y abierta, donde los hombres puedan expresar sus emociones y participar activamente en tareas domésticas.
Erradicación de la violencia machista: un aspecto relevante es la eliminación de la violencia y la agresividad asociadas con la masculinidad tradicional, promoviendo relaciones más sanas y respetuosas.
¿Se están aplicando las nuevas masculinidades? ¿Realidad o tendencia pasajera?
Aunque el concepto está ganando terreno, su aplicación en la vida cotidiana es un proceso lento y desigual. En algunos países, organizaciones como Género y Desarrollo A.C. en México trabajan activamente para impulsar procesos de reflexión y cambio en los hombres, mediante pláticas y talleres al respecto. Sin embargo, la resistencia a estos cambios es evidente, y muchos hombres aún se sienten incómodos con la idea de cuestionar sus roles tradicionales.
Las nuevas masculinidades no son solo un concepto de moda, representan un movimiento hacia una sociedad más igualitaria y justa, y cada vez es más común ver a hombres desempeñando actividades que antes eran consideradas exclusivamente femeninas, como el cuidado de los hijos, las tareas del hogar o profesiones ligadas al ámbito del cuidado, como la enfermería y la docencia en educación infantil.
Del mismo modo, las mujeres han incursionado en sectores históricamente dominados por hombres, como la construcción, la ingeniería y el liderazgo empresarial. Este cambio en los roles de género no solo desafía los estereotipos tradicionales, sino que también fomenta una sociedad más equitativa, en la que las oportunidades y responsabilidades no dependen del sexo, sino de las capacidades y aspiraciones individuales.
Aunque su aplicación es gradual y enfrenta resistencias, su impacto potencial en la construcción de relaciones más sanas y equitativas es significativo. La reflexión y el cambio en los roles masculinos son esenciales para avanzar hacia una sociedad donde tanto hombres como mujeres puedan vivir sin las limitaciones impuestas por estereotipos obsoletos.
