
La delincuencia es un fenómeno complejo que afecta a todas las sociedades, y los factores que influyen en su ocurrencia varían enormemente. Uno de los aspectos que más se discute en el ámbito de la seguridad es si los delitos, como los robos, ocurren con mayor frecuencia durante el día o la noche.
En Puebla, como en muchas otras ciudades, la respuesta no es tan sencilla, ya que tanto el día como la noche presentan sus propias características que influyen en la comisión de delitos.
Es común pensar que los delitos violentos, como los asaltos a mano armada, ocurren con mayor frecuencia durante la noche debido a la oscuridad y la menor vigilancia. Sin embargo, en la realidad, los robos de vehículos, asaltos a transeúntes y hurtos en tiendas pueden tener lugar durante el día, especialmente en áreas de alto tránsito o en zonas comerciales.
Las estadísticas de seguridad en Puebla revelan que, durante las horas del día, los ladrones a menudo buscan aprovechar la aglomeración de personas o los momentos de distracción, cuando los individuos están más ocupados con sus actividades cotidianas.
En lugares como mercados, plazas comerciales y el transporte público, los delincuentes actúan bajo el pretexto de la rutina, haciendo que los robos a personas o establecimientos no sean tan visibles ni tan fácilmente detectados.
Por otro lado, la noche sigue siendo un periodo en el que la delincuencia tiende a aumentar. La falta de luz y la reducción de personas en las calles hacen que los ladrones se sientan más seguros para llevar a cabo sus fechorías.
En el caso de los robos a viviendas, el índice de delitos nocturnos aumenta notablemente. Los criminales, al contar con la oscuridad como aliada, pueden actuar con mayor libertad, eludiendo a la policía y a las cámaras de seguridad.
Los asaltos violentos a peatones, así como el robo de casas habitación, son más frecuentes entre las 19:00 horas y las 2:00 de la madrugada, momentos en los que las calles están vacías y las personas, generalmente, están en sus hogares o en entornos menos vigilados.
Además, los delitos relacionados con las sustancias ilícitas también tienden a proliferar en la oscuridad, aprovechando la menor presencia de autoridades.
Las consecuencias de no contar con medidas de seguridad adecuadas, ya sea de día o de noche, pueden ser devastadoras. Para las víctimas de robos o asaltos, los daños no solo se limitan a la pérdida de bienes materiales, sino que muchas veces incluyen el trauma emocional.
La sensación de vulnerabilidad y la desconfianza generadas por un acto de violencia, independientemente de la hora en que ocurra, tienen efectos duraderos en la comunidad.
A nivel social, la sensación de inseguridad genera un círculo vicioso: cuando las personas no se sienten seguras, reducen su actividad fuera de casa, lo que afecta la economía y el tejido social.
Además, cuando los delitos son cometidos de manera recurrente, el efecto sicológico en la población puede generar desconfianza hacia las autoridades y hacia la eficacia del sistema de justicia.
¿Qué recomiendan las autoridades?
Las autoridades locales, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla y diversas iniciativas, recomiendan una serie de medidas tanto para prevenir el crimen como para minimizar el riesgo de ser víctima de un delito.
Durante el día, especialmente en espacios públicos, se recomienda estar atento a las pertenencias personales, evitar el uso excesivo del celular y estar alerta a los movimientos sospechosos de quienes nos rodean.
Si bien el transporte público es más concurrido durante el día, también es común que los ladrones actúen en lugares con mucha aglomeración. En este sentido, se recomienda utilizar transporte público en áreas bien iluminadas y evitar los vehículos no oficiales.
Durante la noche, una de las recomendaciones más importantes es contar con un sistema de seguridad en el hogar, como cámaras de videovigilancia, alarmas y puertas reforzadas. Los robos domiciliarios son más frecuentes cuando los residentes están durmiendo o fuera de casa.
Se aconseja no caminar solo en calles poco iluminadas y evitar tomar rutas desconocidas, sobre todo en la madrugada, cuando los niveles de actividad son bajos. Es recomendable que, en lo posible, las personas caminen acompañadas y en rutas bien iluminadas.
Las autoridades también insisten en la importancia de fortalecer la colaboración entre la comunidad y las fuerzas de seguridad. Los programas de "Vecino Vigilante" y las cámaras de seguridad en zonas estratégicas pueden disuadir a los delincuentes.
El hecho de que un delito ocurra a plena luz del día no debe restar la importancia de denunciarlo. A pesar de que las personas puedan sentir que no se está haciendo nada al respecto, cada denuncia contribuye a generar más recursos y personal para la prevención.
Cifras
Durante 2024, se registraron 32,344 robos, de acuerdo con cifras que proporcionó la Fiscalía General del Estado al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para elaborar el reporte de incidencia delictiva del fuero común.
Del total, destacan el robo a casa habitación con un total de 2,166 casos, de los cuales 299 fueron cometidos con violencia. El robo de vehículo con 10,633 denuncias, de las cuales, en 3,245 se reportó el uso de violencia.
En cuanto al robo de autopartes, se reportó que de 1,655 casos, solo nueve fueron con violencia. El robo a transeúnte registró 4,724 casos, de los cuales 3,752 fueron con violencia; y el robo en transporte público registró 1,403 casos, en 670 de ellos se utilizó la violencia.
Para el primer bimestre de 2025, el mismo reporte indica que en Puebla se registraron 5,508 robos, el de mayor incidencia es el robo de vehículo con 1,892 denuncias, de las cuales 456 mencionaron el uso de violencia por parte de los delincuentes.
Le sigue el robo a transeúnte con 676 casos, de los cuales 553 fueron mediante la violencia.
Se registraron 350 casos de robo a casa habitación; 301 de robo de autopartes y 239 por robo a transporte público.
Dichas cifras obedecen únicamente a los delitos que son denunciados ante la Fiscalía General del Estado; sin embargo, hay una cifra negra relacionada con todos aquellos casos, como en el robo de autopartes, en transporte público o a transeúnte, en los que las víctimas deciden no presentar denuncia por cuestiones de tiempo o por desconfianza en las autoridades y el proceso de investigación.