
La inseguridad sigue marcando la vida cotidiana en México, donde cada vez más ciudadanos modifican sus rutinas ante el temor constante al delito. Los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, llevada a cabo por el INEGI, reflejan una realidad en la que la percepción de riesgo se convierte en motor de cambio en los hábitos diarios.
Durante el primer trimestre de 2025, 44.8 % de la población declaró haber dejado de portar objetos de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito ante el miedo a ser víctima de un delito. Asimismo, 42.2 % evitó permitir que menores de edad salieran sin compañía, y 40.5 % dejó de caminar por la noche cerca de su casa. Incluso el contacto social se vio alterado con 25.5 % de quienes cambiaron su forma de visitar a familiares o amistades.
El #INEGI da a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana #ENSU correspondiente al primer trimestre de 2025, que ofrece datos de cómo la población de 18 años y más percibe la seguridad pública en 91 ciudades de interés.
— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) April 22, 2025
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Estas decisiones tienen su raíz en una convivencia constante con situaciones de riesgo, ya que 49.6 % de las personas ha presenciado robos o asaltos cerca de su vivienda, 40.4 % ha visto actos de vandalismo, y 39.1 % ha escuchado disparos con frecuencia. A esto se suma un entorno deteriorado por el consumo de sustancias, donde 58 % reportó consumo de alcohol en las calles y 39.2 % detectó la venta o uso de drogas.
Además, 35 % de los encuestados reportó conflictos directos con vecinos, familiares, colegas o autoridades, siendo la Ciudad de México el punto más alto en este tipo de reportes.
Los lugares considerados más peligrosos son los cajeros automáticos en la vía pública, donde 69.1 % de la población expresó sentirse insegura, seguidos por el transporte público con 62.8 %, las carreteras con 56.1 % y los bancos con 53.2 %.