Seis destinos imperdibles cerca de Puebla para cerrar las vacaciones

Seis destinos imperdibles cerca de Puebla para cerrar las vacaciones

Foto: Enfoque

Las vacaciones están por concluir; sin embargo, aún queda un fin de semana para aprovechar y descubrir los encantos que rodean a la capital poblana. Desde Pueblos Mágicos hasta sitios naturales y culturales, estas opciones ofrecen experiencias únicas a poca distancia de la ciudad.

 

Cholula: historia viva y vistas panorámicas

 

A tan solo 20 minutos del centro de Puebla, San Pedro y San Andrés Cholula forman una joya turística que combina pasado prehispánico y arquitectura colonial.

 

Su principal atractivo es la Gran Pirámide de Cholula, el basamento piramidal más grande del mundo, coronado por el Santuario de la Virgen de los Remedios. Además, sus calles están llenas de vida, con una vibrante oferta gastronómica y cultural.

 

Mientras que pasear por el zócalo de San Pedro Cholula, saborear un helado en el parque, comprar artesanías en los portales es casi una obligación. Además, la oferta gastronómica es un deleite con los restaurantes alrededor de la zona.

 

Atlixco: jardines y clima perfecto

 

Conocido como “el lugar con el mejor clima del mundo”, Atlixco se encuentra a 40 minutos de Puebla. Este municipio es famoso por su clima templado y su producción de flores, lo que le ha valido también el apodo de "el vivero de Puebla". Atlixco ofrece calles empedradas, plazas llenas de color y la cascada Xopanapa, un sitio natural ideal para paseos y actividades al aire libre.

 

Atlixco es ideal para caminar, tomar helado de sabores exóticos (aguacate o pétalos de rosa), visitar sus viveros, recorrer el cerro de San Miguel, admirar sus murales o simplemente relajarse en sus plazas llenas de bugambilias.

 

Cuetzalan: tradición y naturaleza en la Sierra Norte

 

Cuetzalan es un Pueblo Mágico que conserva tradiciones indígenas y ofrece una experiencia cultural auténtica.

 

Sus calles empedradas, mercados tradicionales y la famosa danza de los voladores atraen a turistas interesados en la cultura y el ecoturismo. Además, cuenta con atractivos naturales como la cascada Las Brisas, ideal para senderismo; así como las grutas de Aventura o Chivostoc, son ideales para el ecoturismo. También hay tours de café que explican el proceso completo, desde la cosecha hasta la taza.

 

Zacatlán: relojes y manzanas en la neblina

 

Situado en la Sierra Norte, a unas 2 horas y media de Puebla, Zacatlán es famoso por su fábrica de relojes monumentales y su producción de manzanas. Este destino combina naturaleza, historia y cultura, ideal para quienes buscan un fin de semana relajante y lleno de actividades. Sus principales atractivos son:

 

Mirador de Cristal, ofrece una vista espectacular de la Barranca de los Jilgueros, especialmente al atardecer. Es un lugar gratuito y abierto todo el día para tomar fotografías y disfrutar del paisaje natural.

Cascadas Tulimán: a 30 minutos del centro, este complejo ecoturístico permite recorrer cascadas rodeadas de montañas y ríos, con opciones para senderismo y actividades al aire libre

 

Chignahuapan: esferas y aguas termales

 

Famoso por su industria de esferas navideñas, Chignahuapan es un lugar colorido, alegre y cálido, incluso en sus climas fríos. Se ubica también en la Sierra Norte, a unas 2.5 horas de Puebla. En la temporada alta llegan a fabricarse más de 70 millones de esferas, muchas de las cuales se exportan.

 

Mientras que la Basílica de la Inmaculada Concepción guarda una escultura de 12 metros de altura y su laguna ofrece paseos en lancha para disfrutar de un momento de calma. Además, sus aguas termales atraen a quienes buscan descanso físico y mental.

 

Val'Quirico: un rincón europeo en Tlaxcala

 

A solo 40 minutos de Puebla, Val'Quirico es un desarrollo turístico que emula la arquitectura de la Toscana italiana. Sus calles empedradas, restaurantes gourmet y boutiques lo hacen ideal para una visita romántica o familiar.

 

Es ideal para un paseo de medio día, recorrer sus callejones empedrados, probar pizzas al horno de leña, comprar en boutiques o sentarse con un café en una terraza mientras se escuchan músicos locales.

 

Aunque no es un pueblo tradicional, su diseño y ambiente europeo lo han convertido en uno de los sitios más fotografiados de la región.

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