
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó que había dado instrucciones para iniciar la reapertura de la famosa prisión de máxima seguridad, que funcionó desde 1934 a 1963.
"¡Reconstruir y abrir Alcatraz! Durante demasiado tiempo Estados Unidos ha estado plagado por delincuentes violentos y reincidentes, los desechos de la sociedad, que nunca contribuirán con nada más que miseria y sufrimiento. Cuando éramos una nación más seria, en tiempos pasados, no dudábamos en encerrar a los criminales más peligrosos y mantenerlos lejos de cualquiera a quien pudieran causar daño. Así es como se supone que debe ser", escribió Trump en su mensaje.
REBUILD, AND OPEN ALCATRAZ! For too long, America has been plagued by vicious, violent, and repeat Criminal Offenders, the dregs of society, who will never contribute anything other than Misery and Suffering. When we were a more serious Nation, in times past, we did not hesitate…
— Donald J. Trump Posts From His Truth Social (@TrumpDailyPosts) May 4, 2025
Por ello, continuó, ordenó a la Oficina de Prisiones, junto con el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, emprender las gestiones para que "reabra la prisión de Alcatraz con ampliaciones y reconstrucciones significativas para albergar a los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos".
Y concluyó: "Ya no seremos rehenes de criminales, matones y jueces que temen hacer su trabajo y nos permiten expulsar a criminales que ingresaron ilegalmente a nuestro país. La reapertura de Alcatraz será un símbolo de ley, orden y justicia. ¡Haremos que Estados Unidos vuelva a ser grande!".
El anuncio va en línea con el endurecimiento del combate al crimen y la inmigración ilegal que el presidente Trump busca impulsar desde su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, tras triunfar en unas elecciones en las que hizo del aumento del delito —especialmente de parte de indocumentados— uno de sus principales temas de campaña.
Alcatraz, ubicada en las costas de la ciudad californiana de San Francisco y que lleva cerrada más de 60 años, fue en la primera mitad del siglo XX la cárcel de máxima seguridad más famosa del país y alojó a algunos de los criminales de mayor perfil de la historia de EEUU, como Al Capone y James "Whitey" Bulger.
Actualmente sigue abierta, pero ha sido transformada en un museo que convoca decenas de miles de visitantes todos los años.