Puebla alcanzará una cifra histórica de observadores electorales para el Proceso Electoral Extraordinario del Poder Judicial de la Federación, con 6,050 observadores acreditados para las elecciones del 1 de junio.
Esta cifra representa el mayor número en la historia de la entidad, lo cual refleja un compromiso ciudadano notable, contrastando con el desinterés que ha generado y las críticas por percibirse como favorable al oficialismo.
Esta situación es una muestra de que, aunque la elección no moviliza a las mayorías, un sector altamente comprometido busca asegurar su transparencia, como respuesta a las críticas sobre la imparcialidad del proceso.
Pero ¿cuál es la función de un observador electoral?
La función de un observador electoral es supervisar y vigilar el proceso electoral para garantizar que se lleve a cabo de manera transparente, justa y conforme a las leyes y normativas establecidas.
De acuerdo con el Portal de Observadoras y Observadores Electorales del INE, dentro de sus responsabilidades están observar la instalación de casillas, el desarrollo de la votación, el escrutinio y cómputo de la votación en la casilla, la recepción de escritos de incidencias y protesta, la lectura en voz alta de los resultados en los consejos distritales, la fijación de resultados de la votación en la casilla y la clausura de esta.
Asimismo, las y los observadores que obtuvieron debidamente su acreditación tienen la obligación de no sustituir, obstaculizar ni interferir en el desarrollo y ejercicio de las funciones de las autoridades electorales; no declarar tendencias sobre las opiniones del proceso electoral; no externar ofensas, difamación o calumnias en contra de las autoridades electorales o partidos políticos; no declarar el triunfo de cualquiera de las respuestas posibles y no portar o utilizar emblemas, distintivos, escudos o cualquier otra imagen relacionada con partidos políticos, candidatos o candidatas, posturas políticas o cualquiera de las respuestas del proceso.
La observación electoral es una actividad de participación ciudadana voluntaria que no conlleva compensación o remuneración económica; por tanto, no existe un vínculo laboral entre quien se registra como observador electoral.
Los observadores electorales pueden ser nacionales o internacionales, y suelen ser designados por organismos electorales, partidos políticos, organizaciones civiles o instituciones internacionales como la ONU o la OEA. No tienen autoridad para intervenir directamente en el proceso, pero sus informes pueden ser clave para validar o cuestionar la legitimidad de una elección.
