Un estudio sobre los efectos del humo del tabaco en los perros reveló que la exposición constante puede alterar el comportamiento de estos. La investigación fue publicada en la revista Journal of Veterinary Behavior e indica que factores ambientales, como el humo del cigarro, deben ser tomados en consideración como parte de los cuidados del animal.
Aunque la ciencia ya documentó los efectos del humo de segunda mano en humanos no fumadores, las consecuencias en animales de compañía habían sido poco exploradas. Este nuevo análisis evaluó a 304 perros que vivían con personas fumadoras y no fumadoras, tomando en cuenta variables como edad, sexo y condición reproductiva; además, sus dueños completaron un cuestionario personalizado que permitió estimar de manera precisa el grado de exposición de cada mascota al humo del tabaco.
Los resultados mostraron que los perros expuestos al humo presentaban mayor miedo, menores niveles de actividad, agresividad incrementada hacia personas y otros animales, menor facilidad para ser adiestrados y niveles elevados de ansiedad.
Los datos estadísticos son contundentes e indican que la ansiedad mostró un valor de riesgo (OR) de 7.25, mientras que la agresividad hacia otros animales alcanzó un OR de 3.40.
Los investigadores también precisaron que la exposición al humo puede desencadenar efectos físicos severos en los perros, incluyendo fibrosis pulmonar, dermatitis atópica e incluso cáncer de pulmón, según algunos estudios. Además, los veterinarios advirtieron que los problemas de conducta derivados de estos factores pueden tener consecuencias graves que van desde el abandono hasta la eutanasia, pasando por una calidad de vida notablemente reducida para el animal.
