“¡Es mi vida!”: influencer suplica a TikTok que le devuelva su cuenta tras burlarse de un indigente

La creadora de contenido Natalie Reynolds, conocida por sus videos virales de bromas, fue suspendida de TikTok luego de protagonizar un episodio que desató indignación en redes sociales. Todo ocurrió en Austin, Texas, donde Reynolds grabó y publicó un video en el que retaba a una mujer sin hogar, quien parecía tener problemas de salud mental, a lanzarse a un lago a cambio de 20 dólares, sin prever las consecuencias del acto.

La mujer no sabía nadar, por lo que terminó siendo rescatada por los bomberos, mientras Reynolds abandonaba el lugar pese a los pedidos de ayuda. El contenido fue difundido en redes sociales, y le valió duras críticas por su insensibilidad y abuso hacia personas vulnerables. Como consecuencia directa, TikTok suspendió su cuenta, lo que provocó que la influencer fuera a plantarse frente a las oficinas de la plataforma para suplicar que le devolvieran su perfil.

Un video muestra a Reynolds llorando y gritando “¡Esto es mi vida!” mientras hablaba por teléfono frente a las oficinas de TikTok, en lo que parece ser un intento de contactar directamente con el personal de la empresa.

El caso dividió opiniones, pues mientras algunos usuarios señalan que la suspensión es una consecuencia justa por promover acciones irresponsables y humillantes, otros defienden su derecho a expresarse y cuestionaron la rapidez con la que TikTok aplicó la sanción.

Este episodio se suma a otros casos similares en los que creadores de contenido cruzan la línea del entretenimiento para obtener viralidad a expensas de terceros. Diversos colectivos hicieron un llamado a establecer códigos de conducta y protocolos de denuncia más eficaces dentro de las plataformas sociales, con el fin de evitar que estos actos se repitan bajo la justificación del humor o la “experimentación social”.

Por ahora, la cuenta de Natalie Reynolds sigue suspendida y no se emitió ningún comunicado oficial por parte de TikTok. Sin embargo, la viralización de su suplica pública deja en evidencia el fuerte impacto que las redes sociales tienen en la identidad profesional y, en muchos casos, emocional de quienes las utilizan como medio de vida.