
Un oso negro joven fue rescatado en Michigan luego de haber vivido durante dos años con una tapa de tambor plástico atorada alrededor de su cuello. Desde que fue visto por primera vez en 2023, cuando aún era un cachorro, el animal logró sobrevivir a las duras condiciones climáticas mientras cargaba el objeto que amenazaba su bienestar.
Todo comenzó en el condado de Montmorency, al norte del estado, donde cámaras de rastreo lo captaron llevando el aro plástico de un tambor de 55 galones. El Departamento de Recursos Naturales (DNR) recibió reportes algunos de su presencia, pero no logró intervenir hasta mayo de 2025, cuando una grabación permitió reactivar la búsqueda, y con la ayuda de un cebo y una trampa cilíndrica, el oso fue capturado y sedado el 3 de junio.
Los especialistas retiraron la tapa en cuestión de minutos con la ayuda de herramientas esa misma mañana, y aunque el oso presentaba pérdida de pelo, cicatrices profundas y un absceso en el cuello, sorprendió al equipo al estar en mejor estado del que se esperaba. Con un peso saludable de 50 kilos, fue liberado ese mismo día con una etiqueta en la oreja, sin necesidad de ser trasladado a un centro de rehabilitación.
After nearly 2 years with a plastic lid stuck around its neck, a black bear in Michigan was just freed.
— Goodable (@Goodable) June 19, 2025
The bear was released back into the wild, thanks to these biologists who tracked and treated it. ????????
????Michigan DNR via Storyful#GoodNews #Goodableapp pic.twitter.com/ePpdDigBd4
Según las autoridades, el objeto podría haber quedado atrapado cuando el oso intentó encontrar alimento dentro del barril. Y aunque en Michigan el uso de este tipo de recipientes es legal para el cebo de fauna, la normativa exige que las tapas tengan orificios específicos para evitar accidentes.
Además, los especialistas informaron que el comportamiento del animal se vio afectado, ya que observaron que, debido a la incomodidad, modificó sus posturas para descansar y desplazarse. A pesar de esto, el oso logró crecer, mantenerse activo y valerse por sí mismo durante todo ese tiempo.
Finalmente, el DNR señaló que no se le colocó un collar GPS para evitar más estrés en el área herida, pero su evolución podrá ser monitoreada en futuras apariciones. “Este tipo de incidentes nos recuerdan que el descuido humano puede tener consecuencias dramáticas para la fauna”, advirtió el DNR.