
Un niño de siete años, perteneciente a la etnia tzotzil, fue ingresado de emergencia a una clínica del municipio Del Bosque, Chiapas, tras presentar vómito, distensión abdominal y un dolor persistente durante dos días. Y aunque inicialmente los médicos creyeron que se trataba de un cuadro común de malestar estomacal en realidad eran 142 lombrices intestinales vivas dentro de su cuerpo.
Los parásitos fueron detectados en la clínica Santa Cecilia, donde la doctora Andrea Gallegos llevó a cabo una exploración física que permitió identificar una masa sospechosa en la zona abdominal. Tras practicarle una enterectomía, se extrajeron los parásitos, identificados como Ascaris lumbricoides, una especie común en comunidades en situación de extrema pobreza.
Un niño de 7 años en El Bosque, Chiapas, fue intervenido de emergencia tras una obstrucción intestinal causada por 142 lombrices Ascaris lumbricoides. El menor presentó vómitos y dolor abdominal por más de 48 horas. La cirugía fue exitosa y ahora está estable y en recuperación. pic.twitter.com/IOnszL5xue
— ARGENIS ESQUIPULAS (@argenis_yosid) June 16, 2025
Los médicos señalaron que el menor pesaba apenas 17.5 kilogramos al ingresar al hospital, así como mucosas secas y un abdomen muy distendido. La cantidad de lombrices fue tal que provocaron una obstrucción intestinal, lo que agravó rápidamente su estado de salud; sin embargo, tras la cirugía, el paciente se estabilizó y fue dado de alta para continuar su recuperación en casa bajo vigilancia médica.
El caso fue compartido en redes sociales por la química farmacobióloga Abelina Gómez, quien destacó la gravedad del hallazgo, resaltando la importancia de mantener buenos hábitos de higiene en comunidades vulnerables. Asimismo, señaló que estos parásitos suelen propagarse por agua o alimentos contaminados y pueden evitarse mediante desparasitación periódica, acceso a agua potable y educación básica en salud.
Por su parte, los profesionales de la salud aprovecharon la visibilidad del incidente para insistir en la necesidad de programas preventivos y campañas comunitarias de desparasitación infantil.
Aunque el niño ya está estable, el caso evidenció la urgencia de abordar el problema de enfermedades parasitarias desde un enfoque integral, que combine acceso a servicios médicos, educación en salud y políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones de vida en regiones marginadas.