Los países miembros de la OTAN aprobaron elevar su gasto en defensa al 5% del producto bruto interno (PBI) hacia el año 2035, según se anunció en la declaración final de la cumbre celebrada en La Haya. El acuerdo fue alcanzado luego de meses de discusiones internas y presión diplomática, especialmente por parte de Estados Unidos.
Con esta decisión, los Estados miembros destinarán "al menos el 3,5%" del PBI a capacidad militar, junto con "un 1,5% adicional en la protección de infraestructura crítica", conforme al texto acordado por los líderes. Este incremento refleja una estrategia conjunta ante "las profundas amenazas y desafíos a la seguridad", entre ellas "la amenaza a largo plazo que plantea Rusia a la seguridad euroatlántica y la persistente amenaza del terrorismo".
Antes de la cumbre, el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, expresó: "Durante demasiado tiempo, un solo aliado, Estados Unidos, cargó con gran parte de la carga". Añadió que "eso cambia hoy", en referencia al nuevo reparto del esfuerzo militar entre los países integrantes.
España fue uno de los países que mostró reservas sobre el nuevo objetivo presupuestario. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, declaró: "el debate sobre el porcentaje es erróneo" y aseguró que España estaba haciendo un "enorme esfuerzo" para alcanzar el 2,1%. A pesar de estas diferencias, Rutte indicó: "cada país tiene que encontrar el dinero. Hay una convicción absoluta entre mis colegas en la mesa: con la amenaza de Rusia, con la situación global de seguridad, no hay otra opción".
Bélgica y Eslovaquia también señalaron preocupaciones respecto al incremento propuesto. No obstante, finalmente, el primer ministro belga, Bart de Wever, consideró que "el 3,5% en 10 años es un objetivo realista". Por su parte, el presidente eslovaco, Peter Pellegrini, afirmó que Bratislava no se opondría al acuerdo final.
Dicha cumbre se desarrolló en un formato reducido, iniciando con una cena oficial ofrecida por los reyes de Países Bajos y continuando con una sesión de trabajo de dos horas y media. Los líderes reafirmaron su "compromiso férreo con la defensa colectiva", en alusión al principio de defensa mutua consagrado en el Artículo Cinco del Tratado del Atlántico Norte.
El documento también menciona que el apoyo a Ucrania y a su industria de defensa será incluido en la evaluación del gasto militar de los aliados. Esta decisión se presenta en un "momento peligroso", según describió Rutte, quien exhortó a los miembros a centrarse en reforzar sus capacidades defensivas. (NotiPress)
