
La variante Stratus, también conocida como XFG, ha generado preocupación en el Reino Unido por su rápida propagación, pasando de 10 % de los casos de covid-19 en mayo a 40 % a mediados de junio de 2025.
Esta cepa, derivada de Ómicron y considerada una variante recombinante por surgir de la fusión de dos variantes, es altamente contagiosa debido a mutaciones que le permiten evadir la inmunidad adquirida por vacunas o infecciones previas.
Desde el inicio de la pandemia en 2019, el SARS-CoV-2 ha evolucionado constantemente, generando nuevas variantes debido a mutaciones en su material genético. Este proceso es típico de los virus de ARN, que mutan con mayor frecuencia que los virus de ADN.
???? NB.1.8.1, ¿amenaza real o una más entre tantas variantes del COVID-19? ????????
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) June 2, 2025
Dentro de las variantes que más preocupación han generado por su alto poder de transmisión y potencial de impacto, se encuentran:
- Alpha (B.1.1.7): Surgida en el Reino Unido en 2020, fue entre 50 y 70 % más transmisible que la cepa original, pero menos grave que variantes posteriores.
- Beta (B.1.351): Detectada en Sudáfrica en el mismo año, mostró capacidad para evadir parcialmente la inmunidad.
- Gamma (P.1): Identificada en Brasil, también presentó evasión inmunitaria.
- Delta (B.1.617.2): Surgida en India, fue la más preocupante hasta 2021 debido a su alta transmisibilidad y mayor riesgo de hospitalización. Dominó hasta la llegada de Ómicron.
- Ómicron (B.1.1.529): Detectada en Sudáfrica, marcó un cambio por sus numerosas mutaciones (más de 30 en la proteína espiga). Es menos grave que Delta, pero mucho más transmisible, lo que llevó a olas masivas de casos.
Desde 2022, Ómicron ha generado múltiples subvariantes, incluyendo BA.1, BA.2, BA.5, XBB, JN.1, KP.2 y, más recientemente, XEC, NB.1.8.1 (Nimbus) y XFG (Stratus) en 2025.
En general, las variantes actuales de covid-19, todas derivadas de Ómicron, presentan síntomas similares, ya que comparten una base genética común. Sin embargo, hay matices que dependen de factores como la inmunidad previa, la vacunación y la salud individual.