Gilberto Mora ha inscrito su nombre con letras doradas en los libros de historia del futbol mundial. Con apenas 16 años, el mediocampista mexicano se convirtió en el jugador más joven en ganar un torneo internacional de selecciones, tras coronarse campeón de la Copa Oro 2025 con la Selección Mexicana.
Orgullo mexicano. ????????
— Selección Nacional (@miseleccionmx) July 7, 2025
Nuestro muchacho es histórico. ????????
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Mora fue titular en la gran final del torneo disputado en Estados Unidos y participó activamente durante 75 minutos, mostrando madurez, calidad técnica y temple ante un escenario de máxima exigencia. Su desempeño fue clave para que el Tri levantara el trofeo continental, reafirmando su lugar como una de las grandes promesas del balompié nacional.
Con este logro, el juvenil supera marcas históricas que parecían inalcanzables. Hasta ahora, el récord lo ostentaba Lamine Yamal, quien se proclamó campeón de la Eurocopa 2024 con España a los 17 años y un día, desbancando a otras leyendas del futbol. Antes que él, el brasileño Pelé era el referente más joven al conquistar la Copa del Mundo de 1958 con 17 años y 249 días, un registro que durante décadas fue sinónimo de precocidad y grandeza.
El caso de Gilberto Mora es aún más asombroso, no solo por la edad —más de un año menor que Yamal al momento de levantar el trofeo—, sino por el hecho de haber sido parte activa y determinante en el encuentro final, demostrando que su inclusión en el once titular no fue circunstancial, sino una decisión basada en su talento y rendimiento.
Su formación en la cantera de Xolos de Tijuana ha sido fundamental para su desarrollo. El club fronterizo apostó por su proyección desde edades tempranas, brindándole minutos en el primer equipo y preparando el terreno para su ascenso meteórico al escenario internacional.
El futuro de Gilberto Mora luce prometedor. Con récords rotos y un campeonato internacional ya en su palmarés, todo indica que estamos ante el surgimiento de una nueva estrella del futbol mundial. México celebra hoy no solo un título más, sino el nacimiento de un ídolo generacional.
