
La decisión de restringir el uso de dispositivos móviles en las aulas secundarias de Países Bajos generó un impacto positivo en el desempeño académico de los estudiantes, según un estudio del Instituto Kohnstamm y Oberon. A partir de enero de 2024, el gobierno neerlandés implementó esta medida con el propósito de disminuir distracciones durante las actividades escolares.
Según el informe, el rendimiento académico mejoró un 28% en las escuelas secundarias tras la entrada en vigor del acuerdo. Además, el 75% de estos centros educativos reportó niveles más altos de concentración en clase. La investigación incluyó encuestas a directores de 317 escuelas secundarias y 313 primarias, junto con entrevistas grupales con docentes, estudiantes y padres.
Así, el acuerdo nacional, impulsado por el Ministerio de Educación junto a comunidades escolares y asociaciones de padres, establece restricciones para teléfonos móviles, relojes inteligentes y tabletas durante el horario escolar. No obstante, permite su uso en contextos pedagógicos o cuando existen necesidades específicas de los estudiantes.
En cuanto a la percepción general, el 59% de la comunidad educativa identificó una mejora en el ambiente social dentro de los planteles secundarios. Según los hallazgos del Instituto Kohnstamm, la implementación de la normativa redujo la percepción del uso problemático de dispositivos no educativos de 62% a 29%, lo cual refleja una aceptación progresiva entre los diferentes actores escolares.
Alexander Krepel, investigador principal del estudio, subrayó el cambio en las dinámicas sociales durante los recreos escolares. En declaraciones retomadas por The Guardian, afirmó: "Durante los recreos, los estudiantes solían estar pegados al móvil y ahora se ven obligados a conversar. Quizá también discutan con más frecuencia, pero tanto las escuelas como el profesorado y el alumnado están bastante satisfechos con el ambiente generado".
Igualmente, en el nivel primario, el impacto académico fue menor debido a la baja incidencia previa del uso de teléfonos móviles. Sin embargo, el 23% de estos centros reportó mejoras en el bienestar escolar y el clima en las aulas, mientras que el 73% valoró positivamente el acuerdo nacional como herramienta para gestionar el uso de tecnología.
Respecto a las escuelas de educación especial, el efecto positivo en la concentración osciló entre el 45% y el 53%, mientras que el rendimiento académico creció entre un 15% y un 30%, según los datos recopilados por el informe. En estos contextos, el uso de dispositivos permanece autorizado cuando cumple una función pedagógica o responde a necesidades individuales.
A nivel internacional, la Unesco reportó un incremento en las políticas que regulan el uso de smartphones en las aulas. El número de países que aplican restricciones subió de 60 en 2023 a 79 en 2025, abarcando aproximadamente el 40% de los sistemas educativos globales. No obstante, la organización advierte sobre la necesidad de proporcionar guías claras sobre el uso responsable de la tecnología y garantizar su uso solo como herramientas las cuales aporten valor al aprendizaje. (NotiPress)