China desafía al GPS con un nuevo sistema

China desafía al GPS con un nuevo sistema

Foto: FreePik

Completado el despliegue global del sistema de navegación satelital BeiDou, la incorporación del satélite BeiDou-3 en órbita geoestacionaria estableció una red de 30 satélites operativos con cobertura mundial. Según informaron las autoridades, esta red proporciona servicios de geolocalización con alta precisión y funcionalidades únicas, consolidando su posición como un sistema alternativo al GPS estadounidense.

 

Desde el lanzamiento de sus primeros satélites, BeiDou fue concebido como una herramienta estratégica para reducir la dependencia tecnológica. Durante décadas, China utilizó el GPS para fines civiles y militares. Sin embargo, incidentes como la Guerra del Golfo de 1991 y el bombardeo de la embajada china en Belgrado en 1999 motivaron el impulso de un proyecto autónomo. Con el cierre de esta etapa, el país logra la autosuficiencia en navegación satelital, sumándose a Estados Unidos en la operación de un sistema global autónomo.

 

Actualmente, BeiDou procesa más de un billón de solicitudes diarias. Su uso abarca desde la navegación de vehículos eléctricos, taxis y camiones, hasta aplicaciones avanzadas en agricultura de precisión y logística automatizada. Los relojes atómicos del sistema proporcionan sincronización a redes bancarias y de telecomunicaciones. De igual forma, las ciudades inteligentes utilizan esta infraestructura para gestionar semáforos, transporte público y monitoreo del tráfico.

 

La precisión técnica de BeiDou alcanza entre dos y cinco metros para aplicaciones civiles, con capacidad de llegar a niveles centimétricos mediante estaciones terrestres. Entre sus funciones adicionales destaca un servicio de mensajería por satélite, que permite enviar mensajes cortos sin cobertura celular. También incorpora un sistema de alerta temprana para terremotos y emergencias naturales, ampliando sus capacidades más allá de la navegación convencional.

 

Por otro lado, la expansión internacional de BeiDou se refleja en acuerdos con más de 120 países. La adopción se extiende principalmente en Asia, África, Oriente Medio y América Latina. China ofrece formación y acceso gratuito al sistema, facilitando su integración con otras tecnologías nacionales como el 5G de Huawei y los satélites de observación de la Tierra. Estos acuerdos forman parte de la iniciativa digital vinculada a la Ruta de la Seda.

 

Así, el interés geopolítico en torno a BeiDou no pasa desapercibido. Occidente observa su expansión con atención, señalando riesgos vinculados a la seguridad de los datos y la dependencia tecnológica de países emergentes. Diversos observadores advierten que la incorporación de BeiDou en África, Oriente Medio y Asia-Pacífico podría aumentar la influencia de Pekín en estas regiones.

 

Finalmente, la constelación BeiDou representa un avance técnico y estratégico que sitúa a China dentro del grupo de potencias espaciales capaces de operar sistemas globales de navegación por satélite. Su despliegue no solo cubre necesidades nacionales, también ofrece una alternativa tecnológica para otros países interesados en diversificar sus fuentes de geolocalización. Según los datos disponibles, BeiDou dejó de ser un proyecto regional para convertirse en una infraestructura clave en el equilibrio tecnológico mundial.

Notas Relacionadas