Los poblanos ya están hartos, pues ven cómo la "capital imparable" está hecha un desastre y se desmorona en un pantano de ineficiencia, promesas rotas y un descaro que raya en lo insultante, todo gracias a la ineficacia de un señor llamado José Chedraui, que ocupa, nada más ocupa, la silla de alcalde.
El neomorenista, otrora priista, llegó al poder con la promesa de una "capital imparable", pero la realidad es todo lo contrario, porque Puebla está atrapada en la inseguridad, los baches y las inundaciones. A nueve meses del inicio de su gestión, el eslogan suena más a chunga: brilla en los discursos (si es que da un discurso en un acto encabezado por otra autoridad), pero se apaga en las calles.
Y el que dice ser alcalde tiene la desfachatez de señalar con el dedo a gestiones pasadas, pero esa cantinela ya choca. Su "capital imparable" es un letrero de neón que ilumina un cementerio de promesas incumplidas. Repartir culpas es su carta fácil, pero la sociedad ya no se cree esas excusas. Los poblanos quieren calles sin hoyos, seguridad que no sean estadísticas insultantes y una ciudad que no se hunda con cada lluvia.
Eso es lo que quisieran los pobres poblanos, pero en cambio, lo que tienen es una gestión que patina en el lodo de la ineficiencia. Y por si esto no fuera suficientemente vergonzoso, ahora Chedraui tiene el descaro de colgarse medallas que no le pertenecen y, peor aún, sin dar la cara, a sabiendas de que miente.
Y es que ahora, a través de una funcionaria, y para enmascarar su nulo trabajo al frente del Ayuntamiento, ha tenido la flamante idea de invitar a poblanos y turistas a disfrutar del Parque Sendela, como si fuera un logro propio. Diría mi abuelita: "caravana con sombrero ajeno". ¡Hágame usted el favor!
Varios se preguntarán, ¿cuál es el problema? Pues sencillamente que está obra la planeó y ejecutó el exgobernador Sergio Salomón Céspedes y no Chedraui. Este intento de adjudicarse créditos que no le corresponden, no solo es infantiloide, sino que es una bofetada a la inteligencia de los poblanos y un claro ejemplo de que no tiene recursos ni argumentos para "justificar" su nulo trabajo.
Es una vergüenza, tenemos un edil con un "liderazgo" oportunista y sin resultados, que con su inacción ha sumido a la ciudad en un torbellino de problemas.
Un edil que parece más un animador de circo que una autoridad municipal, pues echa mano de luchadores y botargas para anunciar su agenda turística de verano y fingir que encabeza un gobierno serio. ¡No se ría!
Chedraui está rebasado, es un desastre como alcalde y su renuncia no solo sería un alivio, sino un pago de deuda con los poblanos que sufren su ineptitud. Y si tantito me apura, la renuncia de Chedraui sería un bien para la humanidad.
Con un pasado manchado por señalamientos de presunta evasión fiscal y un salto oportunista del PRI a Morena, a Chedraui le quedó muy grande el cargo. Este señor es un lastre para Puebla, su salida es urgente.
La ciudad no puede seguir en manos de un edil tan incompetente y negligente.
