¿Gusano barrenador? Son más plagas las que azotan a México

¿Gusano barrenador? Son más plagas las que azotan a México

A su Susy,

In memoriam

 

Olvídese de la plaga del gusano barrenador que por segunda ocasión ha cerrado las fronteras con los Estados Unidos a los ganaderos que exportan animales en pie y carne ya procesada. Son muchas más las que asuelan a nuestro país y que se han agudizado hasta convertirse en tóxicas desde que, en mala hora, empoderamos al régimen de Cuarta… Transformación y que empeoraron más todavía a partir de que por segunda ocasión llegara Donald Trump a la Casa Blanca.

 

Esa plaga, como todas, tiene un origen y no es otro que el de la corrupción tolerada, alentada —y superada a la que inmemorialmente ya padecíamos—por Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores. ¡Juntas, son tan espeluznantes como las bíblicas siete que azotaron a Egipto.

 

Porque los científicos han expuesto razones lógicas para explicar las que asolaron al país que ahora situamos en el Medio Oriente y beneficiaron a sus esclavos judíos, según narra el Antiguo Testamento. Y estas surgen a partir de la erupción del volcán Thera, situado en las islas griegas de Santorini, a 800 Km del delta del Nilo. Esto habría acontecido en los comienzos del siglo XVII A. C.

 

Aquí, sin mucha ciencia, es fácil señalar que las muchas plagas que asuelan a nuestro país tienen también un origen calamitoso: La corrupción, repito.

 

En Egipto las aguas se tiñeron de rojo –no se convirtieron en sangre, como señala la primera plaga bíblica—por algas tóxicas (marea roja), a partir de la liberación de hierro del fondo del río Nilo debido a los fenómenos sísmicos derivados de la erupción del volcán. Al entrar en contacto con el aire, el hierro se oxida, convirtiéndose en hidróxido. Y sus manchas son de un intenso carmesí.

 

En México la sangre ha cubierto al territorio por la intere$ada protección que los dizque gobernantes, militares, policías, empresarios y financieros han brindado a la delincuencia en general, no solo a la llamada organizada.

 

Sólo falta que lluevan ranas

 

Hace 28 siglos sobre las pirámides y la población egipcia llovieron ranas, no por mandato divino, sino porque el hidróxido de hierro antes mencionado es altamente venenoso por lo que habría acabado con todos los animales acuáticos, salvo los anfibios, que encontraron su salvación escapando a tierra. Tal era la segunda plaga.

 

En la actualidad mexicana no llueven ranas, pero sí una constante y apabullante tormenta de nuevas leyes que afianzan a un régimen autoritario en vías de convertirse en dictatorial. Ya militarizado en seguridad, obras y cargos públicos y con la posibilidad de acceder a puestos de elección que, por supuesto, incluyen la Presidencia de la República. Con una ciudadanía cada vez más sujeta a vigilancia hasta de sus datos y actos más íntimos, seríamos la envidia de los Videla, de los Pinochet y hasta del comandante Castro si aún vivieran.

 

Y para conseguirlo el régimen cuatrotero ha recurrido a prácticas de plano mafiosas como la compra de voluntades, el chantaje, la imposición.

 

La novena plaga bíblica fue la de la caída de las tinieblas sobre Egipto. Y se cumplió porque la nube de cenizas del volcán Thera cubrió los cielos durante días en cientos de kilómetros alrededor del volcán.

 

Aquí, ahora, la oscuridad del panorama futuro es generalizada. El pesimismo, que no se endulza con las palabras de la Presidente formal Claudia Sheinbaum –ni con el chocolate del Bienestar que tiene mucha azúcar y grasas, pero como son de caña y de cacao no daña— contagia, incluso, a quienes reciben pensiones sustraídas del Presupuesto de Egresos y que pronto también empezarán a recibir niños de apenas seis años.

 

A esa oscuridad sume usted que quienes tributamos al fisco ya no tenemos acceso a las cuentas del gobierno que continuará actuando con opacidad total, como si los recursos fueran de su exclusiva propiedad.

 

No. El futuro de los mexicanos es para nada halagüeño. Porque el número de las plagas se multiplica. Las verdaderas catástrofes están por llegar.

 

Aunque sería la décima plaga bíblica la que podría abrirnos el panorama. Y esa no es otra que aquella que inicia señalando:

 

Moisés dijo: “Así habla el Señor: Hacia la medianoche, yo saldré a recorrer Egipto, y morirán todos sus hijos primogénitos, desde el primogénito del Faraón, el que debe sucederle en el trono…”.

 

Y no me malinterprete. A nadie se le desea la muerte física, pero sí, cuando menos, la muerte política.

 

¿Me entendió?

 

Indicios

 

Quien más sufre la plaga trumpiana es la señora Sheinbaum. Los golpes del anaranjado personaje van directo en contra de ella por ser la cabeza visible del régimen de Cuarta… Transformación. La percepción de la sociedad estadounidense –como la de la mayoría de los ciudadanos informados de nuestro país-- es que, en efecto, México padece una Administración protectora de los delincuentes con quienes los políticos de Morena han desarrollado una “alianza intolerable”. De ahí que la Presidente formal sea quien reciba todo el golpeteo, sin que su partido y miembros del gabinete metan las manos para defenderla y apoyarla. Es la solitaria de Palacio. Ya no le sirven ni las vacunas que seguro le envían desde Palenque. * * * Reciba mi reconocimiento por haber leído este texto. Como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

 

 

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