La Policía Federal de Brasil cumplió este viernes una orden judicial para colocarle al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023) una tobillera electrónica con la que poder seguir sus movimientos, después de que se detectara un creciente riesgo de fuga.
Los agentes registraron la casa de Bolsonaro en Brasilia a primera hora de este viernes y después le llevaron a una comisaría donde le colocaron la tobillera electrónica por orden del juez del Tribunal Supremo Federal Alexandre de Moraes.
Bolsonaro está en medio de un juicio por haber intentado un golpe de Estado contra el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, y la sentencia, que podría conocerse en septiembre, puede superar los 40 años de cárcel.
Además de la tobillera, el juez decretó otras medidas cautelares: Bolsonaro no podrá salir de casa entre las siete horas de la mañana y las siete horas de la tarde, así como los fines de semana.
No podrá tener contacto con otros investigados ni hablar con su hijo Eduardo Bolsonaro, diputado que hace unos meses se instaló en EEUU y articuló toda la estrategia de presión del presidente de EEUU Donald Trump sobre las instituciones brasileñas.
Bolsonaro tampoco podrá tener acceso a las redes sociales ni contactar con embajadores extranjeros o acercarse físicamente a una embajada.
Estas medidas llegan un día después de que Trump difundiera una carta dirigida a Bolsonaro en la que exigía que el juicio "parase inmediatamente".
Esta semana, la Fiscalía de Brasil pidió una pena de cárcel para Bolsonaro y sus principales colaboradores por entender que hay pruebas suficientes de que conspiraron para mantenerse en el poder tras la derrota electoral de 2022.
