
En respuesta a su exclusión del aprendizaje formal, mujeres rurales de Hunan desarrollaron nüshu, una escritura silábica propia utilizada durante siglos para expresar vivencias personales, enviar mensajes privados y compartir saberes femeninos.
Así, este sistema surgió en el condado de Jiangyong, donde mujeres sin escolarización adaptaron trazos estilizados a sonidos de dialectos locales. Nüshu no replicó la forma de los caracteres chinos convencionales. Se escribía mediante líneas oblicuas, curvas, puntos y trazos verticales, lo que le otorgó una apariencia delgada y alargada.
Las autoras plasmaban relatos de vida, canciones, poemas, consejos o experiencias compartidas. Uno de los formatos más representativos fue el sanzhaoshu, un cuaderno de tela entregado a las novias tres días después de su matrimonio. En él se registraban recomendaciones, despedidas y buenos deseos escritos por madres, hermanas y amigas.
Según Zhao Liming, profesora de la Universidad de Tsinghua, el nüshu constituyó una forma de expresión frente a estructuras sociales restrictivas. Su equipo de investigación recopiló y tradujo el 95% de los textos conservados, publicados en cinco volúmenes en 2005 bajo el título Colección de obras chinas en nüshu.
Además de biografías y consejos, los textos abordaban temas cotidianos relacionados con la maternidad, la vida doméstica o las relaciones entre mujeres. También incluían acertijos, versiones adaptadas de poemas clásicos y canciones folklóricas.
Muchos documentos no llegaron a la actualidad debido a que las autoras pedían que fueran destruidos tras su fallecimiento. Esta práctica, frecuente en contextos funerarios, explica la escasa cantidad de materiales disponibles para el análisis histórico.
Durante la Revolución Cultural, las autoridades prohibieron expresiones consideradas vestigios del pasado feudal. Zhou Shuoyi, uno de los primeros investigadores del nüshu, perdió todos sus archivos al ser censurado por su trabajo. Años después, logró publicar el primer diccionario nüshu con equivalencias entre los caracteres nüshu y el chino moderno.
A partir de 2002, comenzaron las acciones institucionales de preservación. En 2006, el sistema fue inscrito en el Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional. En mayo de 2007 se inauguró elMuseo del Nüshu en la isla de Puwei, donde se realizan exposiciones, visitas guiadas y talleres.
Con el objetivo de extender su uso, las autoridades locales han desarrollado manuales explicativos, destinados a instituciones educativas. El plan contempla incorporar el aprendizaje del sistema en materias optativas de primaria y secundaria, como parte de una estrategia de conservación lingüística.
Finalmente, en 2017, nüshu fue incluido en el conjunto de caracteres codificados universales (UCS). Este reconocimiento facilitó su digitalización y apertura a nuevas formas de transmisión cultural mediante plataformas en línea. (Notipress)