
A causa de las tensiones comerciales y el aumento de aranceles, las inversiones de empresas estadounidenses en China se redujeron a niveles históricamente bajos. Así lo indica la Encuesta de Miembros 2025 del Consejo Empresarial Estados Unidos-China (USCBC), que consultó a más de 270 empresas entre marzo y mayo de este año.
Según los resultados, solo el 48% de las compañías planea invertir en China durante 2025, una caída marcada respecto del 80% registrado en 2024. El informe señala que "las conversaciones intermitentes han sacudido la confianza empresarial, descarrilado la planificación de inversiones y llevado a un deterioro de la relación más amplia". Estas cifras reflejan el impacto que las medidas arancelarias y la incertidumbre política están generando en las decisiones de inversión.
El tema también fue abordado en la Reunión Anual de Nuevos Campeones del Foro Económico Mundial, celebrada en julio en Tianjin. En dicho encuentro, se discutió el futuro de las relaciones económicas entre Estados Unidos y China, así como las consecuencias del actual conflicto comercial. En la encuesta, el USCBC destacó que "las tensiones están obligando a las empresas a reevaluar sus estrategias de inversión en China".
Respecto al año anterior, los aranceles ascendieron al segundo lugar entre los principales desafíos para las empresas estadounidenses que operan en China. En 2024, ocupaban el octavo lugar. Según el informe, casi el 70% de las firmas se vio directamente afectada por los aranceles, mientras que el 88% experimentó dificultades relacionadas con las relaciones bilaterales.
Más de un tercio de las empresas encuestadas indicó haber perdido ventas por los aranceles estadounidenses, y aproximadamente la mitad señaló que los clientes chinos optaron por proveedores no estadounidenses. Además, el 27% de las compañías reportó pérdidas derivadas de los aranceles chinos, un aumento de 21 puntos porcentuales en comparación con 2024.
Como medida de ajuste, muchas empresas están trasladando sus cadenas de suministro a mercados alternativos como el Sudeste Asiático, India y México. También están renegociando precios con sus proveedores y enfocando sus estrategias en la eficiencia operativa. En el foro de Tianjin, Margery Kraus, presidenta ejecutiva de APCO, afirmó: "Las disrupciones en las cadenas de suministro ya han obligado a algunas empresas a invertir en diferentes lugares, diversificarse y desvincularse".
Aunque la mayoría de las empresas estadounidenses continúan siendo rentables en China, menos de la mitad mantiene una visión optimista. Factores como la competencia con empresas chinas, los controles de exportación estadounidenses y las políticas industriales locales siguen complicando el entorno. A ello se suma la dificultad para alcanzar la meta oficial de crecimiento del PIB del 5% en 2025, según las Perspectivas de los Economistas Jefes del Foro Económico Mundial.
"La confianza no se recuperará sin reducciones arancelarias significativas y un mejor acceso al mercado", concluye el informe del USCBC. Aun así, el mercado chino continúa siendo prioritario para muchas compañías. Sean Stein, presidente del USCBC, declaró: "La capacidad de operar en el mercado ferozmente competitivo de China sigue siendo innegociable para las empresas estadounidenses, lo que les permite acceder a una creciente clase media mientras perfeccionan nuevas tecnologías y prácticas esenciales para mantener la competitividad global".
El 28% de las empresas considera que no podría competir a nivel global sin una presencia en China, y cerca del 40% lo identifica como un elemento clave de su estrategia internacional. "El mercado chino es demasiado grande como para ignorarlo", subraya el informe. (NotPress)