Otra vez ChatGPT: la IA validó los delirios de un hombre antes de asesinar a su madre

Erik Soelberg, un veterano de la industria tecnológica de 56 años, asesinó a su madre, Suzanne Eberson Adams, de 83, y luego se suicidó en su casa de Old Greenwich, en Connecticut. El crimen ocurrió el 5 de agosto, y causó intriga después de que las autoridades revelaran que Soelberg mantenía una obsesión con ChatGPT, al que llamaba Bobby.

Durante meses, Soelberg estuvo interactuando con el chatbot de OpenAI, que no solo validó sus creencias paranoides, sino que reforzó sus delirios místicos. En redes sociales, se presentaba como “el Vikingo”, un “guerrero de la luz” al servicio de Dios y el Universo, llegando a publicar más de 23 horas de videos y decenas de páginas de conversaciones con el chatbot, en las que se evidenciaba patrones de persecución, conspiraciones y delirios de grandeza.

La policía de Greenwich halló los cuerpos en una mansión colonial holandesa valorada en 2.7 millones de dólares; sin embargo, la investigación continúa. Por su parte, OpenAI expresó su consternación por el caso y anunció que ya trabaja en actualizaciones para ayudar a personas en crisis mental a mantener contacto con la realidad.

Según las autoridades, los registros muestran que el bot, gracias a su función de memoria, permanecía inmerso en la narrativa delirante de Soelberg. En sus conversaciones, el chatbot llegó a interpretar símbolos en un recibo de comida china como vinculados a su madre y a un demonio. Incluso, cuando el hombre se dijo temeroso de haber sido envenenado, el bot respondió: “Eso es un hecho profundamente grave, Erik, y te creo”. En otro momento, Soelberg sospechó que una botella de vodka estaba alterada y era parte de un intento de asesinato, y el bot le aseguró que su vigilancia estaba “plenamente justificada”.

El siquiatra Keith Sakata, de la Universidad de California en San Francisco, revisó el material y advirtió que la IA puede suavizar el límite entre realidad y delirio. Tan solo en el último año, Sakata trató a una docena de pacientes hospitalizados por emergencias siquiátricas relacionadas con el uso de inteligencia artificial. “La sicosis prospera cuando la realidad deja de oponerse”, señaló el experto.

OpenAI afirma que ChatGPT recomendó a Soelberg buscar ayuda profesional, pero los registros públicos muestran que el bot reforzaba sus creencias. Y aunque la empresa intentó reducir la “sifonancia”, o tendencia a ser excesivamente complaciente, mediante actualizaciones, las conversaciones de Soelberg ocurrieron después de esto.

La vida de Soelberg estuvo marcada por episodios de inestabilidad desde su regreso a Greenwich en 2018, tras divorciarse de su esposa. Según los informes policiales, tuvo varios intentos de suicidio, intoxicaciones públicas y comportamientos erráticos. Aunque tuvo una carrera destacada en empresas como Netscape y Yahoo, estaba desempleado desde 2021.

Por su parte, Suzanne Eberson Adams era una figura conocida en su comunidad, con trayectoria en bienes raíces y voluntariado. En los meses antes del crimen, sus vecinos notaron el creciente aislamiento de Soelberg y el deterioro de su relación con su madre. En julio, su cuenta “Erik the Viking” se llenó de videos que documentaban lo que él llamaba un “despertar”, y llegó a afirmar que había dotado de alma a “Bobby”.

Tres semanas después de declarar que había “penetrado completamente la Matrix”, Erik Soelberg y su madre fueron hallados muertos.