Contaminación urbana golpea al corazón en silencio

Contaminación urbana golpea al corazón en silencio

Foto: Pixabay

La exposición diaria al aire contaminado en entornos urbanos puede afectar el corazón, incluso sin síntomas visibles. Investigaciones recientes revelan que las partículas presentes en la atmósfera no solo dañan los pulmones, sino también el sistema cardiovascular.

 

De acuerdo con Sadeer Al-Kindi, cardiólogo preventivo del Hospital Houston Methodist, existen factores de riesgo emergentes que deben ser considerados en la salud del corazón. "El colesterol alto, la presión alta y la diabetes son ejemplos de lo que consideramos factores de riesgo tradicionales para enfermedades cardíacas", explicó. "Hay factores de riesgo emergentes que estamos empezando a entender mejor, incluyendo las exposiciones ambientales, como la contaminación del aire".

 

El término "material particulado fino" hace referencia a diminutas partículas contaminantes que pueden ser inhaladas profundamente y llegar a otros órganos. "Hemos aprendido que estas partículas no se quedan solo en los pulmones", indicó el especialista. "Algunas pueden entrar al torrente sanguíneo y luego viajar y depositarse en distintos órganos, incluyendo el corazón y el cerebro".

 

Según explicaron fuentes médicas a NotiPress, la exposición crónica a estas partículas puede detonar una cadena de efectos fisiológicos. "Todo esto desencadena una cascada de eventos que afectan al corazón, principalmente a través de la aterosclerosis. Es un proceso en el que se acumulan depósitos de grasas en los vasos sanguíneos", señaló Al-Kindi. "El material particulado también está relacionado con la inflamación, lo cual, con el tiempo, puede contribuir aún más al desarrollo y empeoramiento de enfermedades cardíacas".

 

Los efectos no siempre son inmediatos. Por este motivo, los expertos recomiendan acciones concretas para mitigar la exposición y reducir riesgos. Entre las sugerencias se encuentran monitorear la calidad del aire, evitar hacer ejercicio al aire libre cuando los niveles de contaminación sean altos y mantener cerradas las ventanas del coche en zonas con mucho tráfico.

 

Además, el diagnóstico y manejo temprano de enfermedades cardíacas y vasculares puede reducir el impacto de los contaminantes en la salud. Otras medidas útiles incluyen el uso de purificadores de aire portátiles y mascarillas N95 durante jornadas con alta polución ambiental.

 

Los hábitos saludables también forman parte de la estrategia de prevención. En ese sentido, Al-Kindi recordó las recomendaciones de la American Heart Association, conocidas como Life’s Essential 8. Estas incluyen alimentarse adecuadamente, realizar actividad física, dormir bien, no fumar y controlar peso, colesterol, azúcar en sangre y presión arterial.

 

"Curiosamente, aunque un entorno poco saludable puede dañar al corazón, el entorno también puede formar parte de la solución", concluyó el especialista. "Los estudios han demostrado que tener acceso a espacios verdes puede mejorar los problemas cardiovasculares, y que las iniciativas de plantación de árboles se han asociado con mejores resultados para la salud del corazón. En el Hospital Houston Methodist, por ejemplo, nos enfocamos en desarrollar el acceso a la naturaleza como un sistema de atención médica para mejorar la salud". (NotiPress)

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