
La interconexión de objetos cotidianos en hogares y oficinas amplía la superficie de riesgo frente a delitos informáticos. El Equipo Global de Análisis e Investigación de Kaspersky (GReAT) detectó 10,260 dispositivos del Internet de las Cosas (IoT) expuestos a nivel mundial, principalmente routers, lo cual eleva la probabilidad de ataques. En América Latina, los países más afectados son Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia, regiones donde el crecimiento de hogares inteligentes convierte la seguridad digital en un asunto prioritario.
Durante 2025, la compañía de ciberseguridad advirtió sobre el aumento de la conectividad. Se estima que cada segundo ingresan a la red 127 aparatos nuevos. En México, 41% de los usuarios posee al menos un dispositivo IoT en casa, mientras 18% reconoce desconocer el significado de esta tecnología, lo que facilita escenarios de vulnerabilidad.
Además de routers, hoy circulan televisores, asistentes de voz, cámaras de vigilancia y electrodomésticos con acceso constante a Internet. En oficinas aparecen cafeteras, impresoras, pantallas, sensores de humo o sistemas de calefacción que, sin supervisión técnica, permanecen activos y conectados. Según Kaspersky, en promedio cada persona interactúa con entre 10 y 15 dispositivos IoT diariamente, una cifra que amplifica los riesgos potenciales en caso de descuido.
Los atacantes explotan contraseñas débiles, configuraciones de privacidad inadecuadas, vulnerabilidades sin parchear o conexiones poco seguras. Un aparato comprometido puede ser secuestrado para integrarse a botnets, redes controladas por ciberdelincuentes que realizan espionaje, robo de datos, minería de criptomonedas o distribución de malware. Estas mismas redes también ejecutan envíos masivos de spam, intentos de phishing o ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), los cuales saturan servidores mediante tráfico malicioso.
María Isabel Manjarrez, investigadora de seguridad en el Equipo Global de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky, explicó: "Gracias al Internet de las Cosas, hoy vivimos en ecosistemas inteligentes donde casi todo está conectado. Además del hogar u oficina, también incluye servicios críticos como agua, gas o luz, e incluso procesos industriales. Cada dispositivo IoT nuevo trae consigo la responsabilidad de protegerlo y mantener seguras las redes a las que se conecta".
Igualmente, la especialista añadió: "Un hogar, una oficina o una operación inteligente no es verdaderamente inteligente si no es segura". Sus palabras subrayan la importancia de aplicar medidas de protección constantes en entornos cada vez más interdependientes.
De este modo, Kaspersky recomendó acciones preventivas para usuarios de hogares y oficinas. Entre ellas destacan configurar la seguridad de cada aparato, revisar datos compartidos y desactivar funciones innecesarias. También aconseja usar contraseñas únicas y robustas, actualizar software de manera regular, controlar permisos de aplicaciones y proteger los equipos sincronizados.
En entornos corporativos, la empresa sugiere elaborar inventarios de IoT, segmentar redes para aislar equipos críticos, implementar autenticación multifactor y capacitar al personal. Además, resulta esencial mantener supervisión permanente del tráfico de red y aplicar herramientas de ciberseguridad especializadas.
Finalmente, la información fue compartida a NotiPress con el objetivo de concientizar sobre riesgos de seguridad digital en América Latina. Con cifras y ejemplos, la compañía reiteró que la protección de dispositivos conectados es una responsabilidad colectiva frente al incremento de amenazas en entornos inteligentes. (Notipress)