
Las Tiendas del Bienestar fueron presentadas hace tiempo con bombo y platillo por el gobierno de Claudia Sheinbaum, como una evolución de las antiguas tiendas Diconsa, alardeando que habría productos de la canasta básica a precios "muy bajos" y de conectar directamente a los pequeños productores mexicanos con los consumidores, eliminando intermediarios para reducir costos y fomentar la soberanía alimentaria.
El estado ocupa el segundo lugar, supuestamente, con más Tiendas del Bienestar, superando las 1,300 sucursales, pero, irónicamente, en el municipio parece no haber ninguna en operación. Y es que en Imagen Poblana buscamos llevar a cabo un ejercicio comparativo entre los precios de los productos que ofrecen las Tiendas del Bienestar con los precios de un supermercado, pero en la capital, donde vive más de un millón de personas, parece que son más un mito urbano que una realidad tangible.
Investigando, a través de los canales oficiales, la ubicación de uno de estos establecimientos, simplemente no hay información al respecto. Fuentes digitales daban cuenta de que en la colonia La Paz, Resurgimiento, en el Centro Histórico o en la zona de Plaza Dorada, era posible localizarlas, pero al estar en estos cuatro puntos, después de investigar y preguntar con algunos vecinos de la zona sobre su ubicación, no fue posible encontrarlas.
Ante este resultado, ubicamos una Tienda del Bienestar en el municipio de Amozoc, específicamente en Chachapa, pero al llegar al punto marcado, nos llevamos la sorpresa de que el local, estaba cerrado. Preguntando con algunos vecinos de la zona, manifestaron que al parecer la tienda no abría las puertas por falta de productos.
Según algunos testimonios a través de redes sociales, las Tiendas del Bienestar están en operación al 100 % solo en algunas localidades o municipios conurbados de la capital poblana, como es el caso de San Miguel Canoa, donde es posible adquirir los productos de la canasta básica.
Cuando se lanzaron las Tiendas del Bienestar, la presidenta aseguró que los productos de la canasta básica serían al menos 15 % más baratos que en supermercados comerciales, gracias a la eliminación de intermediarios y compras directas a pequeños productores mexicanos; sin embargo, hay reportes periodísticos que afirman que este dicho solo aplica para algunos productos.