Dos semanas sin moverse bastan para alterar el corazón, advierten estudios científicos

Dos semanas sin moverse bastan para alterar el corazón, advierten estudios científicos

Foto: Freepik

Suspender la actividad física durante solo dos semanas puede provocar cambios significativos en la salud del corazón, según investigaciones recientes. La evidencia científica señala que la falta de movimiento altera la función cardiovascular en plazos mucho más cortos de lo que se creía, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas incluso en personas jóvenes y aparentemente saludables.

 

Un análisis del comportamiento sedentario publicado en Circulation Research demostró que la inactividad física es uno de los principales factores prevenibles vinculados con enfermedades cardiovasculares y mortalidad global. Este estudio, junto con hallazgos de otras instituciones médicas, sugiere que el daño no se limita a una pérdida de rendimiento físico, sino que compromete directamente la eficiencia del sistema circulatorio.

 

La doctora Lynn Marie Morski, especialista en medicina familiar y deportiva, explicó a Live Strong que "la combinación de no hacer ejercicio vigoroso y un estilo de vida sedentario aumenta significativamente el riesgo de desarrollar condiciones potencialmente mortales". Su advertencia refleja la creciente preocupación entre los profesionales de la salud por el impacto acumulativo del sedentarismo en el corazón, incluso en periodos cortos de descanso prolongado.

 

La reducción del flujo sanguíneo, el incremento del estrés oxidativo y el deterioro de la función endotelial son algunos de los primeros efectos fisiológicos que aparecen al disminuir la actividad diaria. De acuerdo con estudios recientes, la capacidad del corazón para bombear sangre con eficiencia puede reducirse hasta en un 7% tras dos semanas de inactividad, mientras que la resistencia aeróbica cae a niveles equivalentes a los de personas con bajo nivel de condición física.

 

Además, la inactividad física se asocia con una mayor acumulación de grasa visceral y un aumento del colesterol LDL, conocido como "colesterol malo", factores que contribuyen al desarrollo de aterosclerosis. Investigaciones citadas por Men’s Journal destacan que estos efectos son reversibles, pero requieren un periodo de readaptación del cuerpo al ejercicio físico regular, lo cual puede tardar varias semanas dependiendo de la intensidad y constancia del entrenamiento.

 

Los especialistas recomiendan incorporar movimiento a la rutina diaria incluso en días sin entrenamiento formal. Caminar, subir escaleras o hacer ejercicio breve de movilidad puede ayudar a mantener activa la función cardiovascular. El British Journal of Sports Medicine enfatiza que cualquier cantidad de actividad es mejor que ninguna, ya que cada minuto en movimiento contribuye a preservar la salud del corazón y a reducir el riesgo de enfermedades.

 

Retomar el ejercicio físico de manera progresiva, priorizando la regularidad sobre la intensidad, permite restaurar la capacidad cardiovascular y prevenir complicaciones futuras. Según los expertos, el movimiento diario sigue siendo la herramienta más accesible y efectiva para fortalecer el corazón y prolongar la esperanza de vida. (Notipress)

 

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