
Samsung Electronics estaría enfrentando una disputa fiscal en México que podría costarle más de 300,000 millones de pesos y poner en riesgo su permanencia en el país.
De acuerdo con el diario La Razón, la empresa dirigida por Thomas Yun analiza trasladar sus operaciones a otro país del continente si no se resuelve favorablemente su conflicto con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), derivado de presuntas irregularidades en el manejo del IVA bajo el programa IMMEX.
La controversia se originó por la llamada “importación virtual”, una figura que permite vender productos terminados en el mercado interno sin volver a pagar el IVA ya cubierto en la adquisición de insumos. El SAT considera que esta práctica ha sido usada indebidamente, mientras que otras voces sostienen que su reinterpretación provocaría una doble tributación, contraria a la ley.
El caso está en revisión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que decidió aplazar su resolución ante la falta de consenso entre los ministros. Esta indefinición mantiene en vilo no solo a Samsung, sino también a cientos de empresas que operan bajo el mismo esquema de manufactura.
Una resolución adversa podría tener efectos en cadena sobre sectores como el automotriz, aeronáutico y electrónico, que dependen del modelo IMMEX para mantener su competitividad. Analistas advierten que, de concretarse la salida de Samsung, México perdería miles de empleos y enviaría un mensaje negativo a los inversionistas extranjeros en un momento clave para el nearshoring.