
La temporada de Día de Muertos invita a muchos a montar ofrendas y recordar a quienes se fueron; pero también es un buen momento para revivir el miedo en la pantalla. Entre veladoras, pan de muerto y flores de cempasúchil, nada acompaña mejor que una buena dosis de cine de culto, esas películas que con los años se convirtieron en leyenda, a veces por su rareza, otras por su genialidad o su capacidad para perturbarnos.
Esta es una selección de películas de culto ideales para disfrutar entre sombras, ofrendas y noches frías, con historias que se mueven entre lo sobrenatural, lo simbólico y lo profundamente humano. Prepárate para noches de maratón con palomitas... y las luces encendidas.
-El Resplandor: Un filme de 1980, dirigido por Stanley Kubrick, esta adaptación de Stephen King sigue a Jack Torrance (Jack Nicholson) descendiendo a la locura en un hotel aislado. Un estudio magistral de la alienación familiar que ha inspirado memes infinitos y teorías conspirativas.
-El Exorcista: William Friedkin nos sumerge en la posesión demoníaca de una niña y la batalla de fe de dos sacerdotes. Revolucionaria por sus efectos prácticos y su intensidad, provocó desmayos en salas de cine y aún define el subgénero de exorcismos.
-La Semilla del Diablo: Roman Polanski teje una paranoia sutil sobre una mujer (Mia Farrow) embarazada en un edificio siniestro. Un culto al satanismo urbano que influyó en thrillers modernos y permanece vigente por su crítica al control patriarcal.
-Carrie: En este filme de 1976, Brian De Palma adapta a Stephen King en la historia de una adolescente telequinética vengándose en su baile de graduación. Sissy Spacek brilla en esta exploración de bullying y represión que definió el terror adolescente.
-Masacre en Texas: Tobe Hooper presenta a Leatherface y su familia caníbal en un slasher crudo y realista. Filmada con bajo presupuesto, capturó el horror rural americano y se convirtió en referente de gore independiente.
-El Orfanato: Una madre vuelve al orfanato donde creció para abrir una casa para niños con discapacidad, pero el pasado regresa con fuerza. Tragedia, fantasmas y ternura se entrelazan en esta joya del terror español.
-The Wicker Man: En el vasto paisaje del cine de terror de culto y dirigida por Robin Hardy, este filme se erige como una obra maestra del subgénero folk horror, un estilo que explora lo macabro en las tradiciones rurales y las comunidades aisladas.
-The Evil Dead: Jóvenes despiertan demonios en una cabaña boscosa. El gore low-budget de Sam Raimi y el carisma de Bruce Campbell la transformaron en un festín de culto con secuelas y remakes.
-Stigmata: Frankie Paige (Patricia Arquette), una joven atea y despreocupada, comienza a experimentar los estigmas (heridas que replican las de Cristo crucificado) tras recibir un rosario con una historia oscura. Un sacerdote, el padre Andrew Kiernan (Gabriel Byrne), investiga el caso mientras descubre un complot religioso que involucra un evangelio perdido.
-La Profecía: Robert Thorn (Gregory Peck), un diplomático estadounidense, descubre que su hijo adoptivo, Damien, podría ser el Anticristo. A medida que ocurren muertes misteriosas y señales apocalípticas, Robert y un fotógrafo (David Warner) investigan el origen del niño, enfrentándose a fuerzas demoníacas y una conspiración sobrenatural. La película combina horror psicológico con elementos religiosos y un tono sombrío.
Estas películas no sólo han sobrevivido al paso del tiempo, sino que han moldeado el terror contemporáneo. En esta era de reboots y secuelas, los clásicos de culto nos recuerdan que el género perdura, porque nos obliga a confrontar lo irracional.
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