Derivado de las intensas lluvias registradas en Puebla, asociadas principalmente a la tormenta tropical "Jerry" y que provocaron una catástrofe significativa en la Sierra Norte, se ha hecho mención en los últimos días del Atlas de Riesgo.
Pero ¿qué es el Atlas de Riesgo y por qué se menciona ahora?
El Atlas de Riesgo es un instrumento técnico-normativo obligatorio en México, establecido por la Ley General de Protección Civil, que identifica zonas vulnerables a desastres naturales, como inundaciones, sismos o erupciones volcánicas, evalúa amenazas, vulnerabilidades y propone medidas preventivas.
Sirve para planificar alertas tempranas, evacuaciones y obras de mitigación, salvando vidas y reduciendo daños económicos. En teoría, debe actualizarse anualmente o cada tres años, dependiendo de la normativa local.
En Puebla, su mención ha cobrado relevancia tras la tragedia porque reveló graves deficiencias en su implementación, puesto que solo 38 de los 217 municipios cuentan con un Atlas actualizado, según el estudio "Atlas de Riesgo México 2025" del Instituto de Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) y datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
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¿Por qué es tan importante que un municipio cuente con él?
Un Atlas de Riesgo es crucial para un municipio por las siguientes razones:
Identifica zonas vulnerables: Mapea áreas propensas a desastres naturales, con base en geografía, clima e historia.
Previene pérdidas humanas y materiales: Al conocer las amenazas, se pueden emitir alertas tempranas, evacuar a tiempo y planificar obras de mitigación, como drenajes o barreras.
Guía la planeación urbana: Evita construcciones en zonas de alto riesgo, como ríos o laderas inestables, reduciendo daños a viviendas.
Optimiza recursos: Aunque actualizar un Atlas cuesta de 1 a 3 millones de pesos, esto es mínimo frente a los costos de reconstrucción.
Cumple la ley: La Ley General de Protección Civil obliga a municipios a tener y actualizar su Atlas.
Apoya coordinación: Facilita la colaboración con Protección Civil y gobiernos estatales y federal para respuestas rápidas, como alertas o distribución de ayuda, evitando el aislamiento de comunidades.
Un Atlas actualizado salva vidas, protege infraestructura y ahorra recursos al anticipar desastres.