¿Por qué sigues soñando con tu ex? Ciencia y espiritualidad tienen respuestas distintas

¿Por qué sigues soñando con tu ex? Ciencia y espiritualidad tienen respuestas distintas

Foto: FreePik

Cada noche, el cerebro humano atraviesa entre cuatro y seis ciclos de sueño, y en cada uno se pueden generar uno o más sueños, especialmente durante la fase REM (Movimiento Ocular Rápido, por sus siglas en inglés). Diversas investigaciones sugieren que una persona adulta puede soñar hasta seis veces por noche, aunque muchas de esas experiencias no son recordadas al despertar.

 

Estudios del campo de la psicología y neurociencia sugieren que los sueños cumplen una función en la consolidación de recuerdos y el procesamiento emocional. Un artículo de Frontiers in Psychology indica que "el sueño REM promueve la adaptación emocional al reducir la carga afectiva de las memorias intensas" y añade que los sueños actúan como un espacio donde el cerebro reorganiza experiencias afectivas del pasado reciente o lejano.

 

Una investigación publicada en Dreaming analizó más de 1,600 sueños de estudiantes universitarios y detectó una alta frecuencia de sueños con parejas actuales y exparejas. Según los resultados, los encuentros con exparejas en sueños se asociaron más con emociones negativas, mientras los sueños con parejas actuales tendieron a tener un contenido más positivo. Los autores concluyeron que "los sueños reflejan aspectos significativos de las relaciones afectivas, incluso después de su finalización".

 

Una mirada desde la espiritualidad

 

Desde el campo espiritual, Luis Garre propone una explicación distinta. En su newsletter del 14 de noviembre de 2025, afirmó que soñar con una expareja no necesariamente implica sentimientos no resueltos, sino la existencia de un "lazo energético" generado por el vínculo emocional. Asegura que "ese lazo estará activo con esa persona, no solo el resto de nuestra vida, sino también cuando desencarnemos y ya no tengamos cuerpo físico". En su visión, estos lazos se establecen a través del plexo solar y continúan operando mientras no sean conscientemente disueltos.

 

Para el mentor y escritor, estos lazos no dependen del recuerdo consciente, sino de una conexión energética: "ese lazo energético nos une desde el plexo solar interno hasta el plexo solar interno de la persona con la que tuvimos o tenemos el vínculo emocional afectivo". Por esta razón, afirma que resulta fundamental realizar prácticas específicas para cortar ese tipo de conexiones, tanto por bienestar presente como por libertad espiritual tras la muerte.

 

Aunque las ciencias cognitivas no respaldan la existencia de lazos energéticos entre personas, los estudios coinciden en que los vínculos emocionales influyen en la frecuencia y el contenido de los sueños. La psicología atribuye esta conexión a procesos de memoria y regulación emocional, mientras algunos enfoques espirituales interpretan los sueños como manifestaciones de una red más profunda entre seres humanos.

 

La coexistencia de ambas visiones —científica y espiritual— pone en relieve que el fenómeno de soñar con una expareja continúa siendo objeto de reflexión desde múltiples perspectivas. Ya sea por razones neurológicas, emocionales o energéticas, estos sueños pueden ser señales de que ciertos lazos, al menos en el plano psíquico, aún no se disolvieron por completo. (Notipress)

 

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