A 10 años del Acuerdo de París, la temperatura media global ha aumentado 1.24 °C

A 10 años del Acuerdo de París, la temperatura media global ha aumentado 1.24 °C

Foto: Freepik

Todos en el salón se pararon para aplaudir con euforia, algunos lloraron mientras que otros se abrazaban entre sí. Finalmente, el mundo en su totalidad había marcado un punto de partida para trazar un camino concreto en torno a la lucha contra el cambio climático. El entusiasmo por tener al fin una hoja de ruta mucho más ambiciosa que su predecesor -el Protocolo de Kioto- perduró en el tiempo. Sin embargo, a una década de la adopción del Acuerdo de París, la comunidad internacional mantiene sin cumplir los objetivos centrales del pacto climático más ambicioso de la historia.

 

Adoptado en diciembre de 2015 por 195 países durante la COP21, el acuerdo buscaba limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C y, de ser posible, no superar los 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales y finalmente alcanzar la neutralidad climática en 2050.

 

Uno de los principales tropiezos del acuerdo fue la autonomía otorgada a los países para definir sus metas. Desde 2020, sus metas han sido legalmente obligatorias solo en términos de presentación y revisión de compromisos, mientras que los objetivos de reducción de emisiones continúan siendo voluntarios. Esta estructura de cumplimiento "de abajo hacia arriba" ha dificultado el establecimiento de una acción coordinada y efectiva contra el cambio climático.

 

Los efectos pudieron verse años después cuando algunos estudios realizados en 2017 advirtieron que ningún país industrializado cumplía con las reducciones de emisiones prometidas. De haberse logrado todos los compromisos anunciados, el aumento de temperatura aún superaría los 2 °C.

 

En los últimos diez años, la temperatura media global aumentó 1,24 °C, según un informe de la iniciativa Indicadores del Cambio Climático Global (IGCC). Solo en 2024, el incremento fue de 1,52 °C, de los cuales 1,36 °C son atribuibles directamente a la actividad humana. Aunque estos datos no implican un incumplimiento formal del Acuerdo, sí evidencian una tendencia alarmante en la dirección opuesta a los objetivos pactados.

 

Por otro lado, la salida de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump en 2017 representó un golpe significativo. Trump justificó la decisión afirmando que el tratado imponía "draconianas cargas financieras y económicas" a su país. Posteriormente, Joe Biden reincorporó a Estados Unidos al acuerdo en 2021. No obstante, en 2025, con el regreso de Trump al poder, el país se retiró nuevamente, alegando que el pacto "no refleja los valores de nuestro país".

 

Para el primer examen quinquenal en 2021, el resultado arrojó que 45 países actualizaron sus planes de recorte de emisiones y 24 se comprometieron a alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Sin embargo, la falta de mecanismos comunes para medir y comparar avances entre países limitó el impacto de estas iniciativas.

 

El artículo 6 del Acuerdo, que regula el mercado de carbono, sigue sin definirse completamente. Esta herramienta permitiría a los países comerciar derechos de emisión, pero aún existen dudas sobre su transparencia y efectividad.

 

Apodada como "la COP de la verdad", la COP30 fue presentada como la cumbre clave para consolidar el rumbo climático global. No obstante, el acuerdo final dejó puntos críticos sin resolver. La propuesta de Brasil para establecer una hoja de ruta hacia la eliminación de los combustibles fósiles fue bloqueada por países productores de petróleo. Aun así, se hizo énfasis en la desinformación, un factor que perjudicó severamente la lucha contra el cambio climático en los últimos 10 años.

 

Pese a los avances parciales y el creciente número de actores involucrados, el balance general tras diez años del Acuerdo de París es insuficiente frente a la urgencia climática. Lo que empezó como un proyecto sostenido por la buena voluntad de todas las partes, terminó en un mundo mucho más conflictivo en comparación al cual nació. Sin embargo, expertos afirman que si no cumplimos con los objetivos del Acuerdo, en 2030, el calentamiento global podría alcanzar 2,7°C, lo que implica eventos climáticos más extremos, como inundaciones, incendios forestales y sequías mucho más contundentes que las que vivimos hasta ahora.

 

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