El proceso de registro para seleccionar al nuevo Auditor Superior del Estado de Puebla concluyó el pasado viernes con un total de 14 aspirantes inscritos. Esta convocatoria, busca designar al titular de la ASE para el periodo 2026-2033 quien asumirá funciones el 1 de enero de 2026.
¿Qué es la ASE?
La ASE es el órgano técnico especializado del Congreso del Estado de Puebla encargado de la fiscalización superior de los recursos públicos estatales y municipales. Es un organismo público autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propios, creado para vigilar que el dinero público tanto estatal como de los 217 municipios, se ejerza de manera correcta, legal, honesta y eficiente.
De acuerdo con la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla y la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas del Estado de Puebla, las funciones más importantes de la ASE son fiscalizar el ingreso, manejo, aplicación y egreso de los recursos públicos estatales y municipales, incluyendo fideicomisos, fondos, mandatos y cualquier entidad que reciba dinero público.
Revisar las cuentas públicas que presentan anualmente el gobernador, los ayuntamientos, los organismos autónomos, los poderes Legislativo y Judicial, universidades públicas, entre otros.
Ejecuta auditorías financieras y de cumplimiento, de obra pública, de desempeño y forenses. Además, determina presuntos daños al erario y, en su caso, calcula el monto del probable quebranto a las finanzas públicas.
También promueve responsabilidades administrativas, como multas a servidores públicos; resarcitorias, exigiendo el reintegro del dinero desviado o mal gastado; y penales, presentando denuncias ante la Fiscalía cuando detecta posibles delitos como peculado y ejercicio ilícito del servicio público.
Se encarga de presentar informes y resultados al Congreso del Estado para que este determine si aprueba o no las cuentas públicas, y en su caso, finque responsabilidades; asimismo, supervisa que los entes fiscalizados solventen las observaciones o, en su defecto, inicia los procedimientos para hacer efectivas las sanciones.
La ASE ha sido escenario de varias controversias en los últimos años, particularmente relacionadas con sus titulares, las cuales han girado en torno a acusaciones de corrupción, conflictos de interés, detenciones y presiones políticas.
El caso más mediático fue el de Francisco Romero Serrano, titular entre 2021 y 2022, quien fue detenido por la Fiscalía estatal bajo acusaciones de violencia familiar y operaciones con recursos de procedencia ilícita, además de señalamientos de extorsión a alcaldes. Aunque fue exonerado en 2024, su proceso exhibió tensiones con el gobierno de Miguel Barbosa y evidenció vínculos con despachos externos contratados por la ASE. En 2025 volvió a escena al registrarse como aspirante a recuperar la titularidad, reavivando el debate sobre la independencia del organismo.
Su sucesora, Amanda Gómez Nava, también quedó envuelta en polémica. Proveniente de la Secretaría de la Función Pública, enfrentó críticas por un “acuerdo de excusa” considerado injustificado, al abstenerse de auditar áreas en las que había trabajado previamente. A esto se sumó la compra de una camioneta blindada por 2.8 millones de pesos y declaraciones desafortunadas que pusieron en duda su dominio técnico. Renunció en octubre de 2023, dejando un vacío institucional que se ha prolongado casi dos años.
La titular de la ASE, Amanda Gómez Nava ofrece una disculpa porque en 2019 no logró responder cómo se integra un cuenta pública. ????@lizcervantess pic.twitter.com/QxZtcVvcD4
— Síntesis Puebla (@sintesisweb) September 11, 2023
Desde entonces, la ASE ha estado bajo la conducción de Francisco Fidel Teomitzi Sánchez, encargado de despacho desde octubre de 2023, cuyo interinato ya supera los 16 meses permitidos por ley. Su falta de formación en auditoría, los retrasos en procesos y denuncias pendientes, así como su propia afirmación de que desea dejar el cargo, pero “no lo dejan”, han alimentado críticas sobre posible manipulación política. Mientras persisten observaciones no solventadas y denuncias por daños patrimoniales, la institución se mantiene a la espera de un titular definitivo, en medio de llamados a fortalecer su autonomía y profesionalización.